viernes, 7 de febrero de 2020

Sin procrastinación


Union de San Antonio Jalisco. Foto Marisú Ramírez

Opinión No.89   viernes 05 de enero de 2018

Por Marisú Ramírez

Concluyeron los festejos de fin de año. La cena navideña unió a la familia; se estrechó la amistad con los apegos cercanos y lejanos, todo fincado en el amor y la energía que permitirá vencer obstáculos, el reposo de estas fechas reparó el cansancio producto de la fatiga del ciclo que concluyó.

El tiempo permite oportunidades, no tengo la menor duda, asuntos que resolver para lograr continuar con la vida sin presiones. La lista de deseos es inyectar energía y esperanza a lo que vendrá. Los escenarios demandan mayor esfuerzo, mejores resultados, continuar la vida con fuertes proyecciones en esta nueva oportunidad llamada 2018.

El compartir alegría y buenos deseos es aceptar los cambios al participar en ellos con energía positiva, sin distractores que aparten del aprendizaje transformador; estar ahí será fundamental en este lapso de reconciliación y conjunción de esfuerzos. Amar la vida y vivirla con intensidad será una de las claves más importantes de este tiempo.

Digo que debe dejarse atrás todo aquel lastre dañino, los arrebatos, enojos, las actitudes contrarias y miedos injustificados; esta oportunidad que otorga el 2018, como año nuevo, debe estar fuera de presiones. A todos aquellos asuntos ajenos e innecesarios ponerles fin; en otros términos no involucrarse en asuntos dañinos, dejar salir lo bueno y abatir lo perjudicial.

Los retos son para aprender a vivirlos, resolverlos y adelante. Ideas perniciosas,  las cuales se mantuvieron fijas el año que concluyó deben quedar ahí, en el pasado; a eso me refiero cuando digo terminaron lo que hizo daño, si bien nos dieron lecciones de vida es sabio superar obstáculos. Las problemáticas, cualesquiera que sean son significaciones, no permanecer anclado en ellas será avanzar con integridad.

En lo personal aconsejo vivir el momento fuera de escenarios devastadores e indecisiones, no es sano. Las actitudes sin resultados positivos quedarán en ese pasado al cual todos los sensatos renunciaron con las doce campanadas. Es un momento muy hermoso el cambio de actitud, sobre esto se tejerá el no quedar en silencio ante problemáticas como lo es el devastador cambio climático, las injusticias provocadas y alimentadas a diario con la perniciosa indiferencia.

Los deseos tienen necesidad de materializarse, no solamente con esculpir un nuevo cuerpo al abandonar el sobrepeso (petición recurrente) será interesante saber que todo cambio viene de la energía del espíritu, de él surgen los sueños por realizar, las ilusiones soportadas en oportunidades que lleven a lograr los objetivos.

Ningún momento será mejor para realizar lo que se desea si se aparta del presente, el cual considero no puede frustrarse con los llamados hubiera sido mejor esto o aquello; conformar un mejor futuro será la clave desde ahora.

No es repetitivo mencionar la importancia de la felicidad, el disfrutarla en compañía y darle la atención que requiera en todo momento la perfecciona; ella es intensa cuando realmente se valora y se conecta con las posibilidades de ser mejores. Seleccionar lo mejor para ser feliz es el reto en el periodo que inicia. Los festejos fueron hermosos, insisto, ahora la responsabilidad de cumplir los deseos no puede posponerse.

He mencionado la importancia de estar conectados con el entorno, aunque la angustia de enterarse de situaciones adversas desgasta y debilita el existir en un mundo tan contradictorio, ante esto habrá que marcar diferencias y comprender los contrastes, sentir la libertad de elección sin permanecer en circunstancias insanas, sentirse y verse libre es otro de los retos de este nuevo año.

Ser mejor es una decisión, proyectar hasta dónde se pretende llegar significará la diferencia, además de señalar los mejores caminos para alcanzar los sueños expresados en deseos, al determinar la actitud desde nuestro pensamiento y no bajo circunstancias negativas.

Lo vivido debe unificarse como experiencias enriquecedoras, no dejarlas de lado, las claves nos son dadas, solamente falta discernirlas e integrarlas. La existencia está marcada por retos, desventajas y avatares continuos; desde la familia, el entorno laboral, la salud y todo aquello que se suma debe ser motivo de cambio continuo, toda dificultad no debe llevar al fracaso; por el contrario darle tiempo y resolverlo de la mejor forma. 

Los momentos actuales son de riesgo constante, lo dañino deberá quedar en el camino así “sin Dios y sin diablo”, como diría el poeta Jaime Sabines (+) sólo fueron malos recuerdos. masryram@msn.com

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