jueves, 13 de febrero de 2020

Cultura global

Madre e hijo wixárikas. Foto: Marisú Ramírez


Opinión No. 109 viernes 01 de junio de 2018

Por Marisú Ramírez

La cultura difiere de país a país, en todos sentidos se transmite a través del tiempo, se adapta hoy en lo global de acuerdo a presiones internas y externas. 

Una dirección exacta de sus respuestas no es fácil determinarla, para esto se requiere información del comportamiento social, me refiero a creencias compartidas y una serie de valores fácilmente distinguibles. El dilema se reduce a las interpretaciones de la sociedad, de acuerdo a su forma de ver y comprender el mundo. No es fácil, más cuando los cambios de la conducta social son tan vertiginosos como en este siglo 21.

Lo que si debe quedar claro es en estructura sus transformaciones culturales que ejercen en sociedades marginadas, comprenderlo implica largo proceso tal como se señala en diversos estudios, las resistencias en particular en las sociedades mencionadas parten en la mayoría de las ocasiones de sistemas copiados, no locales.

En este sentido llamó mi atención la reciente expresión del Papa Francisco a este respecto:
“…hoy sabemos que la mejor palabra que podemos dar frente al dolor causado es el compromiso para la conversión personal, comunitaria y social que aprenda a escuchar y cuidar especialmente a los más vulnerables. Urge, por tanto, generar espacios donde la cultura del abuso y del encubrimiento no sea el esquema dominante; donde no se confunda una actitud crítica y cuestionadora con traición. Esto nos tiene que impulsar como Iglesia a buscar con humildad a todos los actores que configuran la realidad social y promover instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia una cultura del cuidado y protección”.

Todo se desprende de los movimientos geopolíticos y aspectos económicos de presión, desde la alarma ocasionada por el conocido Brexit hasta los aranceles anunciados recientemente al aluminio y el acero por el mandatario norteamericano; sus amenazas no alarman, aunque si las consecuencias culturales derivadas de esto; pareciera simple, no lo es; hasta podría vaticinar una guerra comercial con nuestro vecino del norte, lo cual a ninguna de las naciones conviene.

Propician inestabilidad del peso frente al dólar, además del desaliento entre ciudadanos al ver que los modelos económicos y culturales se salen de lo ético y razonable; los mandatarios de México y Canadá ya se preciaron, la Comunidad Europea hizo lo propio. Aunque no se vea la intención lleva un mensaje de anarquía en su esencia que tambalea a la ética, la religión y a la cultura de los ciudadanos al ver desangelados sus anhelos de una convivencia de calidad.

Investigar los cambios culturales no es fácil, ni dimensionarlos por su carácter tan cambiante e impositivo. Esto a nivel mundial, transformaciones inimaginables en lo moral, en los aspectos sociales y educativos, todo con base a intereses alejados de lo que las sociedades realmente requieren.
Esto crece a cada momento y bajo circunstancias diversas. Se nos enseñó en la universidad y desde los estudios básicos a razonar los momentos culturales; vistos como estilo de existir, mismos que desembocan en dinámicas intensas en la familia, escuela con enorme influencia de las creencias, en otros términos, relaciones múltiples para interpretar la realidad desde el particular ámbito en el que se vive y convive.
Se contemplan los cambios en educación (modelos alternativos) en la moda y comportamientos disímbolos; son tan rápidos que sería imposible detenerlos y analizarlos por separado. Repercuten y se desmoronan en sí mismos por inconsistentes: legalización de la mariguana en el caso de México, la eutanasia, el aborto o el machismo, este último muy difícil de erradicar por completo cuando no existe una explicación del daño que hace a la estructura de convivencia en pareja, con sus obvias derivaciones violentas, matrimonios entre personas del mismo sexo, la adopción por ellos deseada y puesta en tela de juicio, divorcios prematuros, feminicidios totalmente reprobables y tantos otros aspectos que se suman. 
La visión de los candidatos en campaña política, en la mayoría de las ocasiones sin propuestas o pronunciamientos alejados de la realidad que se vive; a esto le he dado seguimiento especial en alguna de mis colaboraciones y no podría adelantar conclusiones definitivas. Lo que me queda totalmente claro es la necesidad de la sociedad de comprender estos cambios culturales.masryram@msn.com

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