Lunes 28 de mayo de 2018
Por
Marisú Ramírez
“El Ser humano que promete
todo es seguro que no hará nada y cada uno que prometa demasiado se encuentra
en peligro de utilizar medios diabólicos para llevar a cabo sus promesas y está
ya en el camino de la perdición.”
― Carl Gustav Jung
Se dice con razón, todo tiempo pasado fue mejor; al
menos se tenía respeto a los contendientes políticos y a los ciudadanos.
Se respira el miedo a diferencia de campañas de
antaño, los mensajes de los contendientes ahora no han funcionado como se tenía
pronosticado, aunque debo admitir que su contenido si ha logrado dar la razón a
los que nos critican desde fuera y catalogan como una sociedad carente de
valores. Los patrocinadores de esas emisiones pseudo políticas, deberán estar
arrepentidos por las ofensas a los ciudadanos.
Es un recurso desgastado y desesperado, me refiero
a infundir miedo. No resulta sano en estos momentos, casi al final de la
contienda electoral. Este asunto se ha tratado por analistas diversos con opiniones
altamente contradictorias; ser claros al contemplar el comportamiento de los
mercados internacionales es dejar la especulación de que el dólar aumentará a
medida que se acerque el 1ro de julio o que se esté frenando la firma del
TLCAN. Miedo sobre miedos.
Realmente existen demasiadas preguntas en un
ambiente político deplorable, con lastres de ignorancia y ambición de poder
desmesuradas, algunas porque salen de una explicación sensata y caen
irremediablemente en el terreno especulativo.
Los asesores políticos de los candidatos en campaña
le han fallado a la objetividad; cómo explicar que se gobierne con una madre
que ha demostrado ser padre y ama de casa al mismo tiempo, en lugar de aplicar
la justicia e integrar a la familia, célula central de la sociedad; a ella no
le atemoriza nada, ha vivido para sus hijos, aunque el candidato le encuentre
valentía en su comportamiento familiar, lo que tendría que ser es dar el lugar
que merece y sancionar al irresponsable, me refiero al que abandonó el hogar,
no al que alaba la acción de la señora. A lo que se debe temer es a las ideas
de los contendientes, el ejemplo del spot referenciado es prueba.
Existen múltiples ejemplos, los cuales causan en
los ciudadanos un vértigo explicable soportado por el miedo. Es una
descomposición de la conciencia ciudadana lo que se busca en las emisiones
políticas de los contendientes, esto descompone el proceso; los mexicanos sabemos
dónde estamos y como actuamos, la conciencia se ha ido formando con el tiempo
entre avatares y verdades ocultas.
Se
multiplican los factores, son muy complejos si se analiza el panorama
internacional, los acontecimientos sociales y los intereses de los diversos
grupos en el poder incrustados en las potencias mundiales, las amenazas
constantes del mandatario de los Estados Unidos, la fragilidad de nuestra
moneda según el último reporte.
La
tasa de inflación de la primera quincena de mayo en México fue negativa y se
ubicó en 0.29%, respecto de la quincena previa, con lo cual la inflación anual
llegó a 4.46%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI).
La reducción en la primera quincena de mayo fue
menor a lo esperado por el consenso, por lo cual la tasa anual fue superior a
la que calcularon de 4.41 por ciento. El comportamiento de la tasa de inflación
se explicó principalmente por la entrada en vigor del programa de tarifas
eléctricas de temporada cálida en algunas ciudades del norte del país, lo que
generó una caída quincenal en el componente de energéticos de 3%, pese al
aumento en precios de la gasolina Magna 0.64 y gas LP 5.27 por ciento.
El panorama internacional y nacional son inciertos
y lo preocupante es que los candidatos no dan respuesta, no saben dónde están
parados o no desean saberlo, la elección es muy complicada por las condiciones
del país, los indicadores no son nada alentadores; la sociedad demanda
educación de calidad, mejor nivel de vida, menos agravamiento de las
contradicciones sociales, la corrupción lacerante y tantos otros problemas
difíciles de dimensionar para los contendientes por la Presidencia de la República;
realmente un agudo vértigo.
Por otro lado, será necesario cuidar las formas en
el último debate presidencial, las acusaciones que se lanzan al aire sin
contemplar que el mundo nos observa. Somos responsables de la manera cómo nos
ve el mundo, para después no criticar las humillaciones adversas.
Lo
anterior lo propiciamos. Específicamente me refiero al caso de acusar a un
“candidato” como ladrón de carteras. Cuestión muy delicada. Cuidar nuestra
imagen al exterior es básico y responsable, esas actitudes perjudican a México
y manchan el proceso democrático. masryram@msn.com
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