jueves, 6 de febrero de 2020

Pobre Planeta


Foto: Marisú Ramírez
Opinión No. 82 viernes 10 de noviembre de 2017
Por Marisú Ramírez

Cuando escuche que un país de los más contaminantes, como lo es Estados Unidos de Norteamérica se reusaba a continuar en el Acuerdo de París me alarmó, como a todo el mundo.

El ilógico pensamiento del mandatario de EUA Donald Trump es ir contra las energías limpias; peligrosamente se mantiene en sentido opuesto a la defensa del medio ambiente, al promover el uso indiscriminado de los llamados combustibles fósiles como el carbón y otros hidrocarburos que utilizan las industrias en su nación y en otras latitudes.

Preocupa a partir de los agudos comportamientos del ambiente registrados, enfrentados en últimas fechas y cada vez más preocupantes; mientras las propuestas científicas derivadas del Acuerdo de París proponen la utilización de las energías limpias contra efectos dañinos. 
Es interesante revisar los reportes que contiene el conocido Boletín de Gases de Efecto Invernadero dado a conocer apenas el 30 de octubre del año en curso, sobre todo en el punto donde señala que en 2016 hubo una concentración de dióxido de carbono (CO2) que llegó a niveles récord en 800 mil años, esos informes científicos no mienten, la atmósfera está en grave peligro.
En este sentido la conducta humana es impredecible. Sus actividades lo son por encima de la razón, se piensa más en imponer actitudes personales ante la devastación del medio ambiente; sin dimensionar los daños ocasionados a la humanidad.
Ante la posición del mandatario norteamericano de negarse a proteger con energías limpias el medio ambiente, llamó la atención que el Gobierno de Francia no lo haya invitado a la cumbre a realizarse en París el 12 de diciembre próximo, donde se espera la participación de dos mil delegados y 800 organizaciones públicas y privadas.
Argumentos científicos sobran. El acelerado deshielo de la Antártida lleva a un aumento del nivel del mar, desaparición de playas, especies marinas y terrestres, además de puntos críticos peligrosos; consecuentemente derivan en lugares que viven de esta actividad turística como Puerto Vallarta, donde los daños son visibles e irreversibles.
Reportes puntuales de algunos núcleos científicos pertenecientes a agencias de los Estados Unidos, contradicen a su mandatario en materia de cambio climático. La quema de combustibles fósiles genera altas temperaturas debajo de la superficie, ocasionando incendios colosales en esa nación y en Canadá y son prueba fehaciente por su misma naturaleza devastadora, aunque Trump y sus colaboradores cercanos niegan lo evidente.
Pareciera imposible que haya un cambio positivo en la posición del presidente de los Estados Unidos. Sólo en los últimos meses el mundo ha visto cambios en la atmósfera, huracanes, devastadores incendios forestales… con todas estas catástrofes y advertencias de la madre naturaleza, que hacen alusión a las predicciones científicas, ahora tenemos una fantástica esperanza por el progreso que se ha hecho, México se ha convertido en un líder”, expuso así su sentir el exvicepresidente de los Estados Unidos y premio Nobel de la Paz en 2007, Al Gore: La Verdad Incómoda 2 en la XV edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, segunda parte del documental Una Verdad Incómoda
Como lo ha presenciado la humanidad, se han generado episodios cargados de destrucción por los desequilibrios climáticos, la prueba se la dio la naturaleza a los Estados Unidos con Harvey, Irma y María; ciclones que fueron catalogados como altamente destructivos en las últimas décadas en el Caribe y diversas localidades estadounidenses; países asiáticos se sumaron con incendios, sequías y lo que se ha sentido con las llamadas olas de calor provocadas por las explosiones solares, todo está en un solo sentido, el sufrimiento del planeta por la indolencia de las naciones más contaminantes: Estados Unidos de Norteamérica y China.  masryram@msn.com

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