Foto: Marisú Ramírez |
Opinión No. 82 viernes 10
de noviembre de 2017
Por Marisú Ramírez
Cuando escuche que un país de
los más contaminantes, como lo es Estados Unidos de Norteamérica se reusaba a
continuar en el Acuerdo de París me alarmó, como a todo el mundo.
El ilógico pensamiento del mandatario de
EUA Donald Trump es ir contra las energías limpias; peligrosamente se mantiene
en sentido opuesto a la defensa del medio ambiente, al promover el uso
indiscriminado de los llamados combustibles fósiles como el carbón y otros
hidrocarburos que utilizan las industrias en su nación y en otras latitudes.
Preocupa a partir de los agudos
comportamientos del ambiente registrados, enfrentados en últimas fechas y cada
vez más preocupantes; mientras las propuestas científicas derivadas del Acuerdo
de París proponen la utilización de las energías limpias contra efectos
dañinos.
Es interesante revisar los reportes que
contiene el conocido Boletín
de Gases de Efecto Invernadero dado a conocer apenas el 30 de
octubre del año en curso, sobre todo en el punto donde señala que en 2016 hubo
una concentración de dióxido de carbono (CO2) que llegó a niveles récord en 800
mil años, esos informes científicos no mienten, la atmósfera está en grave
peligro.
En este sentido la conducta
humana es impredecible. Sus actividades lo son por encima de la razón, se
piensa más en imponer actitudes personales ante la devastación del medio
ambiente; sin dimensionar los daños ocasionados a la humanidad.
Ante la posición del
mandatario norteamericano de negarse a proteger con energías limpias el medio
ambiente, llamó la atención que el Gobierno de Francia no lo haya invitado a la
cumbre a realizarse en París el 12 de
diciembre próximo, donde se espera la participación de dos mil delegados y 800
organizaciones públicas y privadas.
Argumentos científicos sobran. El acelerado
deshielo de la Antártida lleva a un aumento del nivel del mar, desaparición de
playas, especies marinas y terrestres, además de puntos críticos peligrosos; consecuentemente
derivan en lugares que viven de esta actividad turística como Puerto Vallarta,
donde los daños son visibles e irreversibles.
Reportes puntuales de algunos núcleos
científicos pertenecientes a agencias de los Estados Unidos, contradicen a su
mandatario en materia de cambio climático. La quema de combustibles fósiles
genera altas temperaturas debajo de la superficie, ocasionando incendios
colosales en esa nación y en Canadá y son prueba fehaciente por su misma
naturaleza devastadora, aunque Trump y sus colaboradores cercanos niegan lo
evidente.
Pareciera imposible que haya un cambio positivo en la
posición del presidente de los Estados Unidos. Sólo en los últimos meses el
mundo ha visto cambios en la atmósfera, huracanes, devastadores incendios
forestales… con todas estas catástrofes y advertencias de la madre naturaleza,
que hacen alusión a las predicciones científicas, ahora tenemos una fantástica
esperanza por el progreso que se ha hecho, México se ha convertido en un
líder”, expuso así su sentir el exvicepresidente de los Estados Unidos y
premio Nobel de la Paz en 2007, Al Gore: La
Verdad Incómoda 2 en la XV edición del Festival Internacional de Cine de Morelia,
segunda parte del documental Una Verdad Incómoda.
Como lo ha
presenciado la humanidad, se han generado episodios cargados de destrucción por
los desequilibrios climáticos, la prueba se la dio la naturaleza a los Estados Unidos
con Harvey, Irma y María; ciclones que fueron catalogados como altamente
destructivos en las últimas décadas en el Caribe y diversas localidades
estadounidenses; países asiáticos se sumaron con incendios, sequías y lo que se
ha sentido con las llamadas olas de calor provocadas por las explosiones
solares, todo está en un solo sentido, el sufrimiento del planeta por la
indolencia de las naciones más contaminantes: Estados Unidos de Norteamérica y
China. masryram@msn.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario