“Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge
con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos construimos el mundo”.
Buddha
Llegará un nuevo
lapso, 2017 trae consigo oportunidades invaluables para considerar la
desconexión de egregores.
En sentido metafísico
estricto, significan pensamientos negativos enviados a la atmósfera, ahí se
unen a los millones de egregores existentes.
Todo lo
anterior provoca el retorno de sentimientos negativos y una fuerte reacción en
cadena, donde tarde o temprano –si no se
logra su desconexión a tiempo– es un bumerang de sentimientos dañinos
surgidos del pensamiento y afectando al género humano.
Se podría
describir un sinfín de situaciones colectivas donde los seres humanos, crean y
proyectan egregores. El fenómeno es fácilmente entendible, por ejemplo la
violencia generada al final de un encuentro de fútbol donde se enfrentan las
llamadas porras, pertenecientes a perdedores y ganadores.
Otro caso,
ahora recurrente, el robo de nuestras
pertenencias, las cuales han
costado tremendo esfuerzo conseguir; para
que los hampones se las lleven en segundos ante la nula respuesta de las
autoridades.
Debo dejar
claro a mis lectores que todos los sentimientos negativos como son:
frustración, impotencia, odio y coraje; se unen en la atmósfera. De tal suerte que
éstos se multiplican en millones de egregores con el consecuente daño a todas
las actividades humanas; ello desemboca en padecimientos mentales y físicos,
nadie está a salvo, a cada momento lo experimentamos sin darle la importancia
debida y hasta puedo afirmar, los incrementamos inconscientemente.
Metafóricamente
hablando, la “emoción” es la materia y la “atención” es la forma en que se
nutre un egregor. Por lo que se comprende que su alcance y poder es proporcional a la cantidad de
personas que lo crean y sostienen con malsana intención, aquí tiene ausencia la
conciencia, el acto es inconsciente. Existen colectivos que mantienen emociones
muy hostiles y el egregor se perfecciona tornándose muy agresivo y
extremadamente peligroso.
Por ello, es
necesario conocer qué egregor estamos alimentando dentro de nosotros y
proyectando en todas direcciones. Con las nuevas tecnologías resulta sencillo
engancharse a este tipo de energías nocivas; un ejemplo claro, es la llamada
viralización en las redes sociales donde confluyen demasiadas mentalidades
contaminadas.
Es urgente
desintoxicar nuestro entorno sin ser complacientes y evitar emociones malsanas.
Deshacernos de entidades destructivas a partir del 2017 será prioridad para
vivir en armonía con nosotros y con los demás. Resulta simple, desconectando la
turbación provocada por los egregores. Se dice fácil, pero en la práctica es
complicado olvidar los agravios. De manera física podemos derivar nuestra
energía a desintoxicar cuerpo, mente y alma.
¿Cómo deshacernos de este tipo de entidades?
Una terapia
altamente recomendable es una desintoxicación Ionica o Detox. Ésta otorga una sensación
de bienestar al eliminar residuos tóxicos que nos dejan en esta época los
excesos navideños. Una alternativa que bien encausada podría ser el comienzo
que nos dispone físicamente para soltar egregores y a la vez, liberarnos de toxinas,
grasas saturadas, alcohol, tabaco; descontaminarnos. Preparar al cuerpo para
recibir la energía de un nuevo ciclo, sin egregores dañinos a nuestra salud
física, mental y espiritual.
Desconectar
egregores es prioridad. Con la mente gobernamos las células del cuerpo,
manifestamos y estimulamos nuestra alma para recibir energía limpia y radiante
que contribuye de forma individual a proyectarla a nuestros semejantes en forma
de luz, coadyuva en gran medida a minimizar grandes desastres, naturales y los provocados por la inconciencia humana, al
renovar y fortalecer la energía positiva.
En conclusión, en el Nuevo Año, abracemos al
planeta para elevar su vibración y con luz limpiemos de egregores para liberar
cadenas de odio, guerra y luchas de poder impuestas. Poseer altos valores
humanos llevarlos a nuestras vidas, dar fuerza a la verdadera paz y llevarla
por siempre en el corazón, proyectarla hasta los confines del macro y
microcosmos, ese es mi mejor deseo para usted. masryram@msn.com Holistic
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