jueves, 20 de febrero de 2020

Jamás detenerse

Foto: Marisú Ramírez

Opinión No. 135 viernes 7 de diciembre 2018
Por Marisú Ramírez

Se vive una distorsión continua de los valores humanos, traducidos estos en derechos de los individuos a existir plenamente. Difícilmente podría ser contrario, esto en una sociedad con tantos contrastes.

Si se explican los comportamientos de cada formación social a partir de sus concepciones éticas disímbolas se podría encontrar la explicación de los comportamientos. Ahora en México se requiere una nueva filosofía al respecto, como lo he expuesto en algunas de mis colaboraciones publicadas en este prestigioso medio de información.

Se han fragmentado los conceptos de valores basados en la libertad. Esto sucede con la suficiente conciencia de los momentos falsos al existir la propuesta de continuar con la vida por encima de lo aceptado, es rechazar las normas de convivencia pactadas para continuar defendiendo lo incomprensible por simple costumbre sin reparar en el perjuicio que se hace.

Se promocionan actos fuera de la razón como el consumismo frenético de la época decembrina; es defender aquello lo que se piensa que es lo mejor sin razonar. La costumbre frente a la verdadera conciencia del bien colectivo. No se requiere un ejercicio intelectual ni científico para reconocer los errores, es necesario solamente un poco de reflexión; es un tanto pensar para actuar. Respetar las normas sociales a partir de las leyes, conocerlas con la suficiente conciencia para evitar caer en errores devastadores. No se niega la libertad de nadie, es sumamente simple: pensar y actuar, así de sencillo.

El humanismo es una filosofía certera, en ocasiones nos enfrenta a decisiones morales aparentemente contrarias por la sencilla razón de actos compulsivos, preocupa a los abogados, sociólogos y filósofos en particular.

La especie humana es complicada para ser descifrada, lo interesante es estar contra lo establecido y aún más, anteponer los juicios personales a los acuerdos sociales, ese es uno de tantos defectos en la interpretación humanista. Lo primordial es continuar existiendo sin reparar en los momentos contrarios a la voluntad social.

Parecerían momentos de cinismo, mejor dicho, es ausencia de información y formación cultural del bien colectivo, lo razonable es mejorar desde nosotros mismos y darnos a los otros miembros de la comunidad con suficiente cordialidad; defender al humanismo es prioridad en estos momentos de contradicciones sociales, reparar los daños del entorno con mejores conductas, desde lo individual a lo universal. Otras culturas ven a los mexicanos con cierto escepticismo, eso debe terminar, tenemos y somos una nación con enorme cultura ancestral, ordenada, sin ataduras, solamente las que nos ponemos.

Pareciera que la sociedad está ligada a las decisiones externas sin posibilidad de defenderse; el consumo masivo de falsos satisfactores en esta época es claramente una atadura a la voluntad de los comerciantes, el estar en contra de los cambios sociales y tantas otras actitudes incomprensibles han orillado a falsas interpretaciones de los habitantes de otras latitudes. De manera precisa al aplicar un humanismo sensato; averiguar con plena conciencia lo que se quiere alcanzar para tener una mejor calidad de existencia, suficientemente satisfactoria sin atentar contra opiniones contrarias.

Me refiero a buscar la verdad humanista soportada en valores universales jamás impuestos, la esencia del verdadero humanismo es comprender el escenario en el que se está desenvolviendo la actividad en ese continuo camino para encontrar la felicidad personal y colectiva a partir de saber dónde se está y que se espera de lo realizado.

Es actuar con seriedad, sin hacer caso a los críticos triviales, preocupados por nuestro hacer al respetar otras formas de actuar, claro sin perder identidad, existir en armonía con la naturaleza a la que se ha agredido constantemente, es la esencia de la fórmula propuesta ante las contrariedades cotidianas.

Salir, escapar del antropocentrismo en el cual se ha sumergido a la sociedad global. Los mexicanos hemos demostrado históricamente la tenacidad suficiente para continuar en busca de ser mejores seres humanos, solidarios, sin fronteras; a diario construimos el camino adecuado con bases de razones y verdad; la filosofía humanista permite esto sin distracciones, en este mes, el amor por la humanidad debe renacer en nuestros corazones. masryram@msn.com

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