Por M en E Marisú Ramírez
(Texto y foto)
En México existen dos
cuestiones disímbolas, con grandes coincidencias por su alto grado de
dificultad para ejecutarse: el hacer política y la responsabilidad de vivir en
condominio.Todo esto en un país
convulsionado por la violencia, estragos económicos por la pandemia y un total
sentimiento de vulnerabilidad que desatan actos delictivos y emociones
negativas como nunca.
Es por ello por lo que, al
enfrentar algunos aspectos sumamente desgastantes sobre la experiencia de vivir
en condominio, lo relaciono directamente con el quehacer político en México y
la actitud egoísta que asumimos los mexicanos de forma casi generalizada ante
los demás.