Foto: Marisú Ramírez |
Opinión No. 93 viernes
09 de febrero de 2018
Por Marisú Ramírez
El asunto de la ética es
complicado en una época en la que las contradicciones del mundo actual llevan a
entrelazar circunstancias de interpretación totalmente disímbolas (contrarias a
la realidad).
Hoy este asunto deja de lado
la responsabilidad que tienen las profesiones basadas en actos científicos en
beneficio de la sociedad, ya no se vislumbran escenarios de inclusión al
bienestar, solamente se anteponen intereses sin ética.
El mundo moderno es impreciso.
La aventura de ayudar y solidarizarse con los desposeídos quedó atrás, ya no se
consideran las necesidades y el sufrimiento humano, solamente se siguen actos
para el beneficio propio, no del que demanda ayuda, eso ha pasado a la
historia.
El estilo de la sociedad diseñado
fuera de la ética implica un riesgo ante la diversidad de insuficiencias
morales. Pongo sobre la mesa un caso: los servicios médicos y asistenciales,
hoy desprovistos de certeza, verdad y plagados de engaños; realización de
estudios y más estudios de pacientes que requieren atención inmediata, citas
prolongadas y absurdas, posiciones encontradas ante un problema de salud; ante
esto los familiares son vulnerables, la ética médica está, en instituciones públicas
sumamente cuestionada por los derechohabientes.
La respuesta unidimensional de
los médicos está por encima de las necesidades de los demandantes de un
servicio de calidad; mientras las instituciones privadas mantienen costos
exorbitantes. Las autoridades del Sector
Salud tienen el deber de recuperar los valores profesionales que antaño
distinguieron a los médicos en clínicas y hospitales; Ethos (Ética) es el
carácter de la conciencia del profesional ante la realidad que demanda su
atención, fuera del origen aristotélico, se hace indispensable un reajuste y
disposición del profesional en correspondencia a la vida, una práctica humana
efectiva y en beneficio de la sociedad a la que se debe, esto no es imposible,
es una demanda cotidiana.
Es un tanto más recuperar el
sentido del valor de la ética al interior de la conciencia de forma genuina;
realizar el modo de ser fuera de mentiras, todo ello está al alcance del ser
humano, es en otras palabras la forma genuina de ser realmente un ser racional
vital. La existencia se despliega en varios escenarios, retomar el mejor camino
en cualquier profesión es básico.
El mundo de las decisiones es
sumamente amplio y su carácter es abierto cuando se es creativo para afrontar
problemas, es empatía con el que sufre. Como lo he mencionado es abastecer la
conciencia del valor ético ante la realidad, esto es vital en esta época llena
de contradicciones. Disposición al servicio no al engaño, esto debe estar más
allá de una intención, guía con dirección al bien social a fin de lograr una
mejor realidad ante tantas calamidades.
Muchos seres humanos somos
presa de estilos de existir fuera de nuestra verdadera condición, lo entiendo
porque es una forma de vida; sin embargo, lo racional positivo no puede dejarse
de lado, es necesario rescatar los valores dinámicos y defender la vida a pesar
de las limitaciones. Todo esto no es un argumento fuera de la realidad, por el contrario,
implica interpretar con la suficiente conciencia la necesidad por existir.
Insisto en la pérdida de los
valores, de la energía que nos es dispensada para servir a nuestro prójimo
desde la ciencia, la tecnología, la cultura, la educación, integrar todos los
aspectos sin anteponer intereses personales en un marco de libertad plena,
otorgada por la conciencia de hacer el bien, acciones acordes a la demanda de
vida sin sufrimiento ni sobresaltos, con la dinámica profesional irreversible,
reivindica la práctica en dirección de construir un progreso permanente en
dirección de la humanización con la consecuente construcción de un ser humano
realmente definido y en dirección para hacer el bien a su prójimo.
No se debe perder de vista la
inestabilidad ética en esta era, antes fue estable y se aplicaba con justicia,
hoy se ve desde lo personal fuera del colectivo de lo que realmente se es en
una existencia con aristas diversas, ese proceder dista mucho del juicio
verdadero de la existencia humana.
Es indispensable señalar que los
fundamentos verdaderos de ser mejores seres humanos, honestos y responsables
parte de los valores éticos con lo que se alcanzará la añorada justicia social
en este momento desquebrajado y preocupante. masryram@msn.com
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