noviembre
de 2016
“…Hay un río fluyendo
muy rápido. Es tan grande y rápido, que no son los que van a tener miedo. Ellos
tratarán de aferrarse a la orilla. Ellos sienten que se están destrozando y
sufrirán mucho. Conocer el río tiene su destino. Los ancianos dicen que debemos
dejar de lado la orilla, empujar hacia el centro del río, mantener los ojos
abiertos y la cabeza por encima del agua. Y digo, vea quién está ahí contigo y
celebrar. En este momento de la historia, hemos de tomar nada personal. Y menos
aún, de nosotros mismos. Para el momento en que lo hacemos, nuestro crecimiento
espiritual y el viaje llega a su fin. El tiempo del lobo solitario ha
terminado. Reúnanse!”
Oraibi, Arizona, Nación Hopi
Absurdo estrés del mundo moderno en vísperas
de Navidad, donde es triste leer en los titulares de noticias sobre la
exacerbaba intolerancia racial y ataques de odio en el vecino país del norte,
por el otro lado —en el nuestro— se menciona que si se están tomando este tipo
de acciones es por el comportamiento vergonzoso de los migrantes en los Estados
Unidos. No es de extrañar que la tierra se mueva, se estremezca y tiemble por
la violencia enmascarada de ideales. Una división política no hace mejores
personas, ni el color de piel, ni la ropa que se usa, ni las joyas, ni el
dinero que se tiene en el banco; nada de eso.
Cómo sobrevivir a esta “División Humana” ante
los avatares de la acumulación, la industrialización, la urbanización, el
armamentismo, el consumismo, la americanización, el deterioro ambiental y la
multiplicación de la pobreza. Como sociedad de consumo dispendiosa, productora
de bienes innecesarios, e irrespetuosa con el medio ambiente; la naturaleza
pasará la factura —no cabe duda— La
ausencia de valores como la solidaridad, la justicia y la igualdad social; se
convierte en un potencial destructivo generado por un modelo de desarrollo
social y económico que se dirige sólo al lucro inmediato de unos cuantos. Sólo
subsiste la violencia, la miseria y la opresión. La aldea global se acelera al
mismo tiempo que las organizaciones pierden su razón de ser, son rebasadas, no
hay control.
Vivir un concierto mundial acorde a lo que se
espera del hombre moderno ¿civilizado? Donde la prioridad debe ser el respeto al
planeta —urgente tener una dimensión
ambiental— y después a nuestros semejantes. La educación debe ser capaz de
construir el futuro en el presente, romper viejas estructuras, no se están formando
mejores seres humanos, la educación debe estar orientada a la transformación
del ser humano para vivir en armonía con la naturaleza. No hay otro camino. El
pensamiento moderno debe estar enfocado al
futuro inmediato, ya que lo que está en juego es la supervivencia de todos.
Cuando se entienda que no se trata de “luchar” unos
contra otros, sino de aceptar y fluir, se habrá entendido la vida. Liberar
nuestra mente de los prejuicios que construimos alrededor, al buscar la verdad
en todos los aspectos de nuestra vida; sólo así estaremos actuando en la plena
luz del conocimiento, al ser catalizadores del cambio que ayudará a calmar la
furia y llevar nuestro ser de vuelta a su centro, al contemplar el vuelo interno
y la experiencia de la manifestación podemos comprender qué puede significar en
lenguaje universal el vocablo PAZ… ¡Sólo así seremos libres! masryram@msn.com