lunes, 17 de febrero de 2020

Dramas reales



Opinión No. 124 viernes 14 de septiembre de 2018


Por Marisú Ramírez
(Texto y foto)
La vida enseña que no hay victorias definitivas, nada se consigue realmente para siempre; por tanto, no hay definitividad en los actos humanos. Desafortunadamente los actos irracionales se multiplican.
Loa hallazgos van de época en época conformando la historia, poseen sus características muy particulares demostradas en diversos grados, los cuales permiten accesibilidad a sus aspectos inacabados. 

Un ejemplo con amplias variables es la llamada “trata de personas” tipificado en la Ley para Prevenirla, Sancionarla y Erradicarla, además de otros documentos como códigos y mandatos penales por entidad, sin embargo, no se observa una metodología que la abata. Y como lo he mencionado, mientras exista demanda se activarán otros delitos no menos deleznables. 
En este punto esta reprobable acción de privar de la libertad a personas está en códigos y tratados internacionales, en México la Nueva Ley federal promulgada en 2012 establece con respecto a estos delitos de trata de personas, toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de explotación. (Art. 10)
También se tipifica como explotación de una persona actos que incluyen delitos como la esclavitud, condición de siervo, prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, explotación laboral, trabajo o servicios forzados, mendicidad forzosa, utilización de personas menores de edad en actividades delictivas, adopción ilegal de persona menor de dieciocho años,  matrimonio  forzoso  o  servil, tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos, y la experimentación  biomédica  ilícita  en  seres  humanos.
Este drama afecta a familias completas, los más son niños, padres de la víctima y otros familiares cercanos y amigos, todos afligidos. Varias organizaciones mundiales luchan contra este problema.
Otra calamidad, no menor es el cambio climático, la sociedad del mundo contra la pared; descuidos y ataques a la biosfera no han pasado desapercibidos, tal como lo he destacado recientemente. La opinión social hace crecer la conciencia de los disfuncionales, coloca el acento en lo que es un gran ser humano y reprueba, con sus limitados recursos a los que no entienden y atienden las lamentaciones de la naturaleza.
Es curioso, la historia que se teje a diario y las expresiones de los individuos parecen elementos contradictorios, lo cual no debiera ser así ya que ellos crean la historia y la que se ve está plagada de dramas reales, antes imaginarios, hoy sumamente presentes: niños a los que se les arrebata su infancia y desde temprana edad son explotados por sus progenitores o vendidos o cambiados por una res o arma. Tráfico infame. Son los seres humanos los creadores de la historia y también de olvidarla para repetirla en tragedia.
Las familias mexicanas, en estos años han experimentado pruebas por encima de su resistencia, han sido azarosos, podría decirse de emergencia, sin embargo, los pendientes serán resueltos, en materia laboral, seguridad y ámbito financiero, donde destaca el ajuste de percepciones económicas a funcionarios de primer nivel; hay optimismo en el ambiente y confianza en la nueva administración. Las revisiones en los renglones descritos permitirán abatir desigualdades y discriminación.
Desafortunadamente el punto en común de una sociedad maltratada ha mermado su energía positiva, se puede afirmar que los acondicionamientos a situaciones descabelladas prolija mayores daños; linchamientos, asaltos a mano armada desapariciones forzadas y constantes violaciones a los derechos humanos y limitación de las libertades consagradas por nuestra Carta Magna.
Para lograr avanzar el ser humano tiene la obligación de intervenir en los momentos que harán historia, su historia; distinguir sus acciones de los simples individuos de aquellos nocivos los cuales no tengan el mismo fin y solamente se dedican a entorpecer el libre tránsito de la razón de la sociedad.
Para finalizar, el ser humano admirable no admite divisiones, es de una sola pieza, los otros si pueden separarse, atomizarse, engañarse sin estar fuera de sus actividades si descomponen su pensamiento de acuerdo con sus conveniencias, sin contemplar reflexivamente los dramas reales que hacen sufrir a la sociedad. Podría sostener que la historia en la que participan no les interesa que esté deformada. Son enemigos potenciales de sí mismos. masryram@msn.com

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