Opinión No. 124 viernes
14 de septiembre de 2018
Por
Marisú Ramírez
(Texto y foto)
La vida enseña que no hay victorias definitivas,
nada se consigue realmente para siempre; por tanto, no hay definitividad en los
actos humanos. Desafortunadamente los actos irracionales se multiplican.
Loa hallazgos van de época en época conformando la
historia, poseen sus características muy particulares demostradas en diversos
grados, los cuales permiten accesibilidad a sus aspectos inacabados.
Un ejemplo con amplias variables es la llamada
“trata de personas” tipificado en la Ley
para Prevenirla, Sancionarla y Erradicarla, además de otros documentos como
códigos y mandatos penales por entidad, sin embargo, no se observa una
metodología que la abata. Y como lo he mencionado, mientras exista demanda se
activarán otros delitos no menos deleznables.
En este punto esta reprobable acción de privar de
la libertad a personas está en códigos y tratados internacionales, en México la
Nueva Ley federal promulgada en 2012 establece con respecto a estos delitos de trata de personas, toda
acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar,
transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias
personas con fines de explotación. (Art. 10)
También
se tipifica como explotación de una persona actos que incluyen delitos como la
esclavitud, condición de siervo, prostitución ajena u otras formas de
explotación sexual, explotación laboral, trabajo o servicios forzados,
mendicidad forzosa, utilización de personas menores de edad en actividades
delictivas, adopción ilegal de persona menor de dieciocho años, matrimonio
forzoso o servil, tráfico de órganos, tejidos y células
de seres humanos vivos, y la experimentación
biomédica ilícita en
seres humanos.
Este drama afecta a familias completas, los más son
niños, padres de la víctima y otros familiares cercanos y amigos, todos
afligidos. Varias organizaciones mundiales luchan contra este problema.
Otra calamidad, no menor es el cambio climático, la
sociedad del mundo contra la pared; descuidos y ataques a la biosfera no han
pasado desapercibidos, tal como lo he destacado recientemente. La opinión
social hace crecer la conciencia de los disfuncionales, coloca el acento en lo
que es un gran ser humano y reprueba, con sus limitados recursos a los que no
entienden y atienden las lamentaciones de la naturaleza.
Es curioso, la historia que se teje a diario y las
expresiones de los individuos parecen elementos contradictorios, lo cual no
debiera ser así ya que ellos crean la historia y la que se ve está plagada de
dramas reales, antes imaginarios, hoy sumamente presentes: niños a los que se
les arrebata su infancia y desde temprana edad son explotados por sus
progenitores o vendidos o cambiados por una res o arma. Tráfico infame. Son los
seres humanos los creadores de la historia y también de olvidarla para
repetirla en tragedia.
Las familias mexicanas, en estos años han
experimentado pruebas por encima de su resistencia, han sido azarosos, podría
decirse de emergencia, sin embargo, los pendientes serán resueltos, en materia
laboral, seguridad y ámbito financiero, donde destaca el ajuste de percepciones
económicas a funcionarios de primer nivel; hay optimismo en el ambiente y
confianza en la nueva administración. Las revisiones en los renglones descritos
permitirán abatir desigualdades y discriminación.
Desafortunadamente el punto en común de una
sociedad maltratada ha mermado su energía positiva, se puede afirmar que los acondicionamientos
a situaciones descabelladas prolija mayores daños; linchamientos, asaltos a
mano armada desapariciones forzadas y constantes violaciones a los derechos
humanos y limitación de las libertades consagradas por nuestra Carta Magna.
Para lograr avanzar el ser humano tiene la
obligación de intervenir en los momentos que harán historia, su historia;
distinguir sus acciones de los simples individuos de aquellos nocivos los
cuales no tengan el mismo fin y solamente se dedican a entorpecer el libre
tránsito de la razón de la sociedad.
Para finalizar, el ser humano admirable no
admite divisiones, es de una sola pieza, los otros si pueden separarse,
atomizarse, engañarse sin estar fuera de sus actividades si descomponen su
pensamiento de acuerdo con sus conveniencias, sin contemplar reflexivamente los
dramas reales que hacen sufrir a la sociedad. Podría sostener que la historia en
la que participan no les interesa que esté deformada. Son enemigos potenciales
de sí mismos. masryram@msn.com
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