Foto: Marisú Ramírez |
"Una
sola generación altamente
destructiva cual parásitos,
la tierra está cansada y nosotros no le estamos
ayudando..."
Opinión No. 107 viernes
18 de mayo de 2018
Por Marisú Ramírez
Al vivir
en sociedad, los seres humanos caemos en una resistente telaraña de la que es
muy difícil salir.
Es un
modo de vida al que nos han condicionado según para vivir en armonía. Algunos
le llaman vivir dentro del “Sistema”. Donde todo se dirime en tener una
estabilidad y seguridad económica. Materialmente podría delimitarse en la oración
de la Divina Providencia: “casa-vestido-sustento”
Por otra
parte, para el “Sistema” solamente somos estadística. El reloj de la población
mundial en tiempo real marca hoy 7,611’602,411 personas y contando. Por día
nacen alrededor de 166,000 individuos y mueren 65,000. La principal causa de
muerte es por enfermedad de las arterias coronarias, donde mueren solamente por
este concepto alrededor de 10,000 personas cada día. Complicadas cifras, sin
duda
Una
acotación para los hombres, quienes tienen la falsa creencia que en el mundo
existen más mujeres que hombres. El porcentaje de hombres es del 50.4% y para
los que no saben restar solamente un 49.6% de mujeres. No le tocan 7 mujeres a
cada hombre, pueden dejar de ser infieles.
Con el
mundo así, es difícil no perderte en el “Sistema”. Las desigualdades sociales
son evidentes, todos lo sabemos. A lo anterior agregamos el estilo de vida, y
sumamos los métodos de manipulación y control que nos mantienen en un estado
permanente de negación, falso conformismo y resignación.
Por ello,
los seres humanos nos hemos vuelto profetas, decretamos un sinfín de situaciones
y palabras negativas que se vuelven una profecía autocumplida: desastres
naturales catástrofes, enfermedades y otros males no menos perniciosos.
Para
evitar caer en la tentación de “tener” pensamientos negativos, es necesario
tener un condicionamiento mental analítico. Detectar este tipo de pensamientos
y evitar la mala costumbre de verbalizarlos y más aún, convertirlos en
emociones negativas. Ahí es donde se completa la nefasta ecuación. En otras
palabras, carecemos de un control mental adecuado.
Los
estudiosos de la Física Cuántica mencionan que con esta actitud se cancelan los
planes del Universo con nuestras propias palabras y reflexiones negativas. Al lograr convertir la ecuación en positiva,
entonces daríamos vida exactamente a lo que estamos diciendo. ¿Por qué es tan
difícil entender esto? Por la tendencia a victimizarnos. Somos víctimas del
“Sistema” por decisión propia.
Debemos
crear una onda expansiva donde logremos influir en los demás. De granito en
granito se crea una roca, fuerte indestructible. No hablemos de problemas,
hablemos de soluciones, las circunstancias se alinean con cada palabra expresada,
erradiquemos de nuestra mente el miedo y la desesperación.
Si, es
verdad; estamos en crisis. Pero ¿para qué sirven las crisis? Es una oportunidad
para señalarnos que algo estamos haciendo mal, es la oportunidad de cambiar el
rumbo hacia un sendero positivo, donde la congruencia motive nuestra pequeña
estadía en este mundo.
Nuestro
planeta tiene cientos de millones de años más que nosotros y lo estamos
destruyendo, estudiosos como el escritor y futurista estadounidense Alvin Toffler
en el “Shock del Futuro” calculan que
desde que el hombre habita el planeta han pasado solamente 800 generaciones. “Si los últimos 50,000 años de existencia
del hombre, se dividen en generaciones de unos 62 años, han transcurrido
aproximadamente 800 generaciones, de las cuales unas 650 han tenido las
cavernas como escenario. Sólo durante los últimos 60 lapsos de vida ha sido
posible, gracias a la escritura, comunicar de unos lapsos a otros. Sólo durante
los últimos seis lapsos de vida han podido las masas leer textos impresos. Sólo
durante los últimos cuatro ha sido posible medir el tiempo con precisión. Sólo
durante los dos últimos se ha utilizado el motor eléctrico. Y la inmensa
mayoría de los artículos materiales que utilizamos en la vida cotidiana actual
ha sido inventada dentro de la generación actual, que es la que hace el número
800”
Una
sola generación altamente
destructiva cual parásitos, la tierra está cansada y nosotros no le estamos
ayudando a que nos sostenga en su superficie de manera armoniosa y sostenible.
Una querida amiga mencionó alguna vez “Somos
como pulgas en la corteza del planeta. La tierra se sacude porque ya no aguanta
la irritación que le causamos” masryram@msn.com
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