Foto: Marisú Ramírez |
Opinión No. 98
viernes 16 de marzo de 2018
Por Marisú Ramírez
Es
la base de este asunto el direccionar hacia lo increíble mediante el casi nulo
esfuerzo que implica mentir; me refiero a las redes sociales.
Lo
increíble se convierte en verdadero, la dedicación que varios de los
internautas aplican a este asunto es de admirar, la moral queda a un lado en la
expresión que se logra dimensionar con estos medios tecnológicos, lograr
adeptos a una causa no es difícil, las máquinas sucumben a la manipulación
creada desde los cerebros enfermos en su gran mayoría sin control.
Preocupan
las prácticas fuera de la realidad, emanadas sin relación con lo que sucede, es
un sinsentido donde solamente prevalecen los intereses particulares del que
quiere crear caos bajo variables que ni el mismo puede controlar, ejemplos
sobran y son bochornosos por la ausencia de responsabilidad con la que se
tratan.
Es
la doble moral en toda su expresión. El universo de las redes sociales no
conoce límites en este nuevo siglo de las tecnologías avanzadas. Las tendencias
de moda o de comportamientos dañinos en la puerta de cada individuo quien en un
momento decide ser héroe o villano, la estrategia es simple porque la sociedad
solamente requiere un pequeño detonante para avanzar sin importar la reflexión
de lo que realmente sucede, es fácilmente influenciable; presa fácil del
manipulador.
Proteger
nuestra existencia de estas tecnologías manipuladoras resulta primordial; es
como defender lo más preciado en el ser humano: su pensamiento y valores.
Hurtar la tranquilidad con una quimera a los jóvenes y niños me parece
delicado, sus ilusiones y expectativas se desvanecen al recibir influencias
nocivas y enajenantes con una base de actitudes contrarias a las expectativas sanas.
El asunto es el torrente de información contraria sobre un determinado tema,
eso nos aleja de la dimensión adecuada de razonamiento y por tanto con un bajo
nivel de comprensión.
Existen
riesgos, los cuales incrementan la inestabilidad social, algunos demasiado
dañinos sobre todo para los pequeños aun sin la suficiente madurez y fortaleza
que permite enfrentar lo desconocido; la tecnología invade sus espacios
separándolos de los juegos creativos y recreativos a los que todo niño tiene
derecho y ahora les es negado por el uso de los móviles, lo cual no es justo.
Quedaron
atrás los momentos de esparcimiento familiar, los amigos y las charlas
interesantes con sus anécdotas, será necesario retomar estos momentos de
comunicación cara a cara y evitar estar en una habitación a menos de dos metros
y buscar el móvil para estar en contacto, esto es reprobable desde donde se le
considere.
Los
juegos de competencia grupal al aire libre con nuestros seres queridos de
espectadores, alegrías, remembranzas y “apapachos” en medio del esparcimiento;
esos momentos han quedado prácticamente en el olvido y es tiempo de rescatarlos,
no puede un móvil más que la comunicación y convivencia humana.
Si
revisamos con detenimiento los contenidos de las redes se podrán distinguir
entre los estragos de ignorancia sobre un tema y esos momentos utópicos
planteados por aquellos con esquemas limitados o fáciles de expresar. Las redes
no cobran, solamente distorsionan a conveniencia de los manipuladores.
Lo
complejo se simplifica en estos potentes difusores, no todo está en el
banquillo de las acusaciones. Como en todo existe información de trascendencia,
lo grave es que gran parte de los mensajes de las redes son asimilados como
verdad por la ausencia de formación, aspecto que parece intrascendente para
comprender la realidad, donde si se tienen las herramientas para discernir los
contenidos al menos el daño sería menor.
Ausencia
de información sólidamente respaldada y la sencillez con la que se transmite
acrecienta los riesgos de extorsiones, enajenación, amenazas y temores
infundados; como la que recientemente se dispersó con respecto a la predicción
de un terremoto devastador, donde se señaló hasta el epicentro con sorprendente
seguridad; los especialistas pidieron no replicar estos mensajes sin fundamento
científico. Como este se han dispersado miles de mensajes.
Para salir de esta maraña será necesario estar enterados de los
conflictos y de las formas de detectar y contrarrestar mensajes nocivos. Antes
de difundir, clave es verificar y confirmar la información en fuentes oficiales
y fidedignas. masryram@msn.com
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