Foto: Marisú Ramírez
Opinión No. 71 viernes 18 de agosto de 2017
Por Marisú Ramírez
Algunas veces cuando se
indaga o estudia un tema, encontramos que este se expone en términos muy
generales y solamente se muestran ideas, razonamientos sintetizados o, por el
contrario; con teorías muy complejas. Por lo que las personas tienen
dificultades para seguir el razonamiento y aplicarlo de forma fehaciente en su
vida.
Otras personas con un
simple resumen captan las ideas y las aplican con éxito. Algunas otras tienen
que leer grandes cantidades de libros, manuales y tratados para integrar a
profundidad una sola cuestión, de esas que a la mayoría nos vuelven locos
porque no logramos aterrizar el verdadero conocimiento.
Es en este sentido que
una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza ocasiona y que muchos
“mueren” literalmente sin haber comprendido un ápice sobre su verdadero
significado, es sin lugar a dudas la “Energía del Dinero”.
Dentro de las
filosofías orientales y en algunas religiones, se menciona que el dinero es símbolo
de Providencia Divina, ¡Suerte te dé Dios! En el campo material, el dinero es
energía y es esencial para la circulación de la riqueza.
En nuestro país, es una
cuestión cultural. Constantemente estamos preocupados, agobiados y hasta fastidiados por los asuntos monetarios,
nuestras carencias son infinitas, los desperfectos en el hogar y en nuestros
vehículos se suman al desorden financiero global al descomponerse todo, casi al
mismo tiempo. Es un caos interminable. A veces hasta llegamos a creer que es un
complot del universo contra nosotros.
Actualmente se menciona
por todos lados la tesis que postula que los pensamientos positivos atraen
riqueza, salud, felicidad y relaciones; a través de la famosa “Ley de la
Atracción” del libro El Secreto de Rhonda Byrne, uno de los libros más vendidos
de los últimos tiempos. altamente codiciado, oculto, perdido, robado y comprado
por grandes sumas de dinero.
Ahí se menciona que existe
un secreto, el cual conocen unos pocos desde hace miles de años. Muchos de los
líderes poderosos sabían de su existencia, pero preferían mantener este
conocimiento oculto.
Otra de las cuestiones
“modernas” de jugar con la inocencia y necesidad de las personas son las
grandes corporaciones mundiales que se desempeñan bajo el esquema piramidal, o
las famosas opciones binarias. Dentro de la rueda de la fortuna piramidal se
incluye oro, diamantes y hasta la posibilidad de ganar jugosas cantidades de
dinero en efectivo.
Por otra parte, en la
cultura oriental se tiene la costumbre de comprar con dinero real “dinero
falso” para quemarlo en una popular ceremonia para la atracción de la
abundancia, extendida inclusive en el mundo occidental ¡Menudo lío! Dirían en
mi pueblo, es como echarle dinero bueno al malo.
El fundador de la
escuela de Energía Universal, el Maestro Luong Minh Dang mencionó en un
seminario impartido en Bruselas Bélgica en el año de 1997 que existe la
creencia popular de que el dinero es de “uno”. Cuestión que energéticamente
hablando no es así ya que el dinero es de “Dios” y no de los que se declaran
legítimos poseedores.
Lo anterior es un
postulado difícil de explicar. Pero fácil de intuir. Como ejemplo se podría mencionar
las formas insospechadas que tiene el dinero de aparecer justo en el momento
cuando más se requiere, incluso como por arte de magia, en la calle tirado o a
través de familiares y amigos.
Ahora bien, la
verdadera razón por lo que la ley de la atracción no funciona, como aseveran
millones que han leído el libro “El secreto” es porque tenemos integrada la
pobreza en nuestro ser, por no decir en nuestro código genético.
La cuestión es “cortar”
literalmente con la pobreza y con las carencias económicas y con la forma de
percibir el dinero, muchos tienen la concepción de que el dinero es malo y las
personas que lo tienen también, por ende, jamás tendrán dinero.
Es una afirmación
bastante sencilla y no tiene gran ciencia dilucidar que, si un recipiente está
lleno de sentimientos de pobreza, carencias, penurias, escasez, insolvencia,
sensación de no merecimiento y falsas concepciones religiosas; ¿Cómo se puede
agregar algo más en un recipiente si este se encuentra rebosante? Es como
aventar piedras en el océano, jamás las volveremos a ver.
En conclusión, ningún
secreto, fórmula mágica, talismán, pata de la suerte, azar o suerte, ni ninguna
otra cuestión alusiva funcionará si antes no vaciamos el contenido nocivo y
discrepante de nuestro ser. masryram@msn.com
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