lunes, 3 de febrero de 2020

Energía del Dinero


Foto: Marisú Ramírez
Opinión No.  71 viernes  18 de agosto de 2017
 
Por Marisú Ramírez

Algunas veces cuando se indaga o estudia un tema, encontramos que este se expone en términos muy generales y solamente se muestran ideas, razonamientos sintetizados o, por el contrario; con teorías muy complejas. Por lo que las personas tienen dificultades para seguir el razonamiento y aplicarlo de forma fehaciente en su vida.

Otras personas con un simple resumen captan las ideas y las aplican con éxito. Algunas otras tienen que leer grandes cantidades de libros, manuales y tratados para integrar a profundidad una sola cuestión, de esas que a la mayoría nos vuelven locos porque no logramos aterrizar el verdadero conocimiento.
Es en este sentido que una de las cuestiones que más quebraderos de cabeza ocasiona y que muchos “mueren” literalmente sin haber comprendido un ápice sobre su verdadero significado, es sin lugar a dudas la “Energía del Dinero”.
Dentro de las filosofías orientales y en algunas religiones, se menciona que el dinero es símbolo de Providencia Divina, ¡Suerte te dé Dios! En el campo material, el dinero es energía y es esencial para la circulación de la riqueza.
En nuestro país, es una cuestión cultural. Constantemente estamos preocupados, agobiados y  hasta fastidiados por los asuntos monetarios, nuestras carencias son infinitas, los desperfectos en el hogar y en nuestros vehículos se suman al desorden financiero global al descomponerse todo, casi al mismo tiempo. Es un caos interminable. A veces hasta llegamos a creer que es un complot del universo contra nosotros.
Actualmente se menciona por todos lados la tesis que postula que los pensamientos positivos atraen riqueza, salud, felicidad y relaciones; a través de la famosa “Ley de la Atracción” del libro El Secreto de Rhonda Byrne, uno de los libros más vendidos de los últimos tiempos. altamente codiciado, oculto, perdido, robado y comprado por grandes sumas de dinero.
Ahí se menciona que existe un secreto, el cual conocen unos pocos desde hace miles de años. Muchos de los líderes poderosos sabían de su existencia, pero preferían mantener este conocimiento oculto.
Otra de las cuestiones “modernas” de jugar con la inocencia y necesidad de las personas son las grandes corporaciones mundiales que se desempeñan bajo el esquema piramidal, o las famosas opciones binarias. Dentro de la rueda de la fortuna piramidal se incluye oro, diamantes y hasta la posibilidad de ganar jugosas cantidades de dinero en efectivo.
Por otra parte, en la cultura oriental se tiene la costumbre de comprar con dinero real “dinero falso” para quemarlo en una popular ceremonia para la atracción de la abundancia, extendida inclusive en el mundo occidental ¡Menudo lío! Dirían en mi pueblo, es como echarle dinero bueno al malo.
El fundador de la escuela de Energía Universal, el Maestro Luong Minh Dang mencionó en un seminario impartido en Bruselas Bélgica en el año de 1997 que existe la creencia popular de que el dinero es de “uno”. Cuestión que energéticamente hablando no es así ya que el dinero es de “Dios” y no de los que se declaran legítimos poseedores.  
Lo anterior es un postulado difícil de explicar. Pero fácil de intuir. Como ejemplo se podría mencionar las formas insospechadas que tiene el dinero de aparecer justo en el momento cuando más se requiere, incluso como por arte de magia, en la calle tirado o a través de familiares y amigos.
Ahora bien, la verdadera razón por lo que la ley de la atracción no funciona, como aseveran millones que han leído el libro “El secreto” es porque tenemos integrada la pobreza en nuestro ser, por no decir en nuestro código genético.
La cuestión es “cortar” literalmente con la pobreza y con las carencias económicas y con la forma de percibir el dinero, muchos tienen la concepción de que el dinero es malo y las personas que lo tienen también, por ende, jamás tendrán dinero.
Es una afirmación bastante sencilla y no tiene gran ciencia dilucidar que, si un recipiente está lleno de sentimientos de pobreza, carencias, penurias, escasez, insolvencia, sensación de no merecimiento y falsas concepciones religiosas; ¿Cómo se puede agregar algo más en un recipiente si este se encuentra rebosante? Es como aventar piedras en el océano, jamás las volveremos a ver.
En conclusión, ningún secreto, fórmula mágica, talismán, pata de la suerte, azar o suerte, ni ninguna otra cuestión alusiva funcionará si antes no vaciamos el contenido nocivo y discrepante de nuestro ser. masryram@msn.com

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