Opinión No. 121 viernes
24 de agosto de 2018
Por
Marisú Ramírez
(Texto y foto)
Escuchar
a los usuarios de celulares e internet declararse esclavos de estas tecnologías
eriza la piel, se calcula que de cada 10 mexicanos nueve de ellos son
dependientes de este dispositivo.
Estar
conectados a las redes y el internet en general se ha convertido en una
peligrosa adicción que lleva a la evasión de la realidad, en ocasiones a
comportamientos suicidas. De esto hay situaciones debidamente documentadas.
Resultados de estudios diversos asientan que
el número más significativo de usuarios de estas tecnologías están entre los 12
y 17 años, poco más de 11 millones, mientras los de 18 a 24 años se acercan a
los 10 millones, la cifra tiende a un aumento significativo, el INEGI reporta
78 millones de usuarios, lo que representa una preferencia de estos a la
telefonía celular, tabletas y laptops en rangos del 80 por ciento con respecto
a los medios tradicionales, televisión, radio y telefonía fija.
No solamente son alarmantes las cifras sino
las consecuencias emocionales y físicas; trastornos del sueño, depresión y
estrés; lo cual es reportado por diversos estudios de instituciones de
educación superior como la Universidad de Gotemburgo, Suecia.
Asociado a malestares como dolores en cuello y malformaciones del dedo pulgar
se destaca en una investigación de la Asociación Americana de Fisioterapia
(ACA). El síndrome del túnel carpiano se suma a los problemas anteriores, este
desprende por la presión sobre la muñeca lo cual según especialistas lleva a hormigueos
en la mano y entumecimiento de los dedos, lo cual puede ocasionar daños
mayores.
Las cifras son alarmantes, nueve de cada 10 mexicanos se sienten abandonados
y fuera de la realidad si carecen de su celular, baste ver a los peatones con
sus audífonos caminando sin mediar peligros al atravesar calles, centros comerciales,
y en general cualquier lugar donde se transite y conduzca.
Es más que una moda desbordada el uso de los
móviles, en un inicio se navegaba por internet para buscar información de
diversa índole, revisar correos electrónicos, para
emergencias o como despertador; ahora con el advenimiento de las redes sociales
hasta los políticos mantienen estrecha relación con sus correligionarios y la
sociedad a través de tuits, baste ver este comportamiento del presidente de los
Estados Unidos y colaboradores. Los funcionaros mexicanos no escapan a esto, la
IAB México y Millward Brown han sido claros al señalar que el 78 por ciento de
los internautas se mantienen conectados por horas a distintos sitios,
fundamentalmente a las redes sociales.
Resulta interesante analizar la llamada información
asíncrona y síncrona como medios para estar comunicados, comprender que la era
de las tecnologías de la información y la comunicación han transformado
pensamientos tradicionales convirtiendo en verdad lo incompresible, su
inmediatez se mueve tan rápido que llega a utilizarse a estos dispositivos para
generar actos delincuenciales, las Redes Sociales en Internet (RSI) en la
última década ha generado cambios significativos en la sociedades del mundo. La
estructura de las RSI recibe diferentes formas de pensar, institutos políticos
y líderes mundiales, mensajes de alabanza, de familia, financieros, de orientación
con respecto a diversos asuntos como comportamiento económico, político, y fundamentalmente
ideológico. Como se mencionó también son puentes que utiliza la delincuencia.
El tránsito de mensajes es impresionante a través de las RSI.
Ahora bien, en los procesos de difusión se debe
distinguir entre lo que significa emitir información y comunicarse, estas
acciones van cada cual por su camino. El primer caso agota con la recepción de
mensajes, decidir compartirlos o revocarlos; en el segundo existe una realimentación
entre emisor y receptor, es decir discernimiento sobre un asunto específico;
esto lleva a la claridad del mensaje, a su fuente; la información que circula
por las RSI difícilmente cumple con este requisito de decodificación y
encodificación de la respuesta debidamente respaldada.
Usar los dispositivos debe realizarse sin excesos,
la necesidad de estar informado no tiene por qué compartir intereses ajenos,
tampoco adicciones carentes de sentido sin estar consciente de quién utiliza/domina
a quién. masryram@msn.com
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