Por M en E Marisú Ramírez
(Texto y foto)
“No soy nadie para dar consejos. Pero sé que cada vez que río, los fantasmas huyen. Cada vez que amo, el universo me obsequia algo. Cada vez que mido lo que doy, un tesoro me es quitado. y cada vez que alguien me enoja, es porque mi corazón aun reclama algo que no he aprendido”
Mujer Árbol, Alejandra Baldrich
En la cotidianidad ya nada es lo que solía ser. Como juego de ajedrez gigante, se percibe la dualidad como nunca; personas, negocios, oportunidades, simplemente desaparecen de nuestro diario existir por múltiples razones. La sensación que emana de esta situación impacta todo nuestro ser.