martes, 18 de febrero de 2020

Despegue obligado



Opinión 126 viernes 28 de septiembre de 2018

Por Marisú Ramírez
(Texto y foto)

Cualquier ser humano emprendedor innova, transforma y es ejemplo para bien, es de admirar. Su presencia en cualquier formación económica, además de primordial destaca por el valor que agrega a la producción.

Los especialistas, colaboradores de este prestigiado diario, destacan a los emprendedores con justa razón por lo palpable de sus aportaciones al crecimiento de México; sin embargo, se podría agregar la generación de alternativas al amplio camino del desarrollo nacional.

De los esfuerzos institucionales dirigidos a detonar la generación del emprendimiento aún debe agregarse una cultura tecnológica empresarial permanente e incluyente, misma que propicie pasar de la producción reducida a una ampliada y transformadora de los procesos tradicionales. Esto a partir del análisis micro y macro económicos, catalizadores para generar nuevas formas de producir y competir, esto solamente se logrará con la aplicación tecnológica.

El financiamiento no basta sino no se tiene en sus proyectos la generación de alternativas novedosas; el asunto es aprender de las economías centrales su capacidad de competencia y permanencia articulada en cada uno de los procesos, los consejos otorgados por los especialistas siempre serán válidos mientras no aparten su mirada de la tecnología en todas sus manifestaciones, esto es: la información de lo que se ofrece y los beneficios que otorga al consumidor, el capital humano especializado que participa y, por tanto su permanente actualización y capacitación.

Las instituciones de educación superior, semillero de talentos conjugados con empresarios alternativos y esto de la mano de una política pública sensata de largo alcance apartada de manifestaciones populistas; la investigación de estas casas de estudios es primordial cuando esté totalmente respaldada por la confianza. Los procesos administrativos ágiles instaurados por la autoridad con base en amplios alcances tecnológicos. Esto generará mejores empresas, innovadoras y redituables.

Para nadie es ajeno que México destaca en la Región de Latinoamérica por la conformación de empresas, aunque es menester reconocer la baja aplicación tecnológica que se aplicada en ellas, me refiero a la innovación constante; esto en los mercados globales limita la competencia de los productos mexicanos.

Emprender en la tecnología no solamente debe considerarse una motivación, sino una expectativa de vida, ir más allá del simple membrete de “emprendedor”, ser integral en este terreno demanda cuidar el mercado, estar enterado de los asuntos financieros generados en el mundo global, eso se realiza a raves de la información no de la contemplación.

Reconocerse como empresario emprendedor es una enorme responsabilidad, motivarse lo es también cuando se distinguen los beneficios otorgados a la sociedad; los participantes como socios o consumidores implican mayor importancia si se apuesta al desarrollo de la nación. Los proyectos para iniciar un negocio van mucho más allá del interés de ganar-ganar, nadie lo logra si está por encima de las categorías expresadas.

Las ideas son importantes, por supuesto, siempre que estas no deambulen en utopías. Las instituciones de educación superior históricamente se han dado a la tarea de producir empleados para las industrias, la época actual demanda más pasos hacia adelante, velocidad nunca vista, México lo exige, no se le puede negar este privilegio. Programas del sector público, empresarial e investigación orientada a la aplicación de las tecnologías será primordial para engrandecer a México.

Me parece necesaria la aplicación de tecnologías en todo sentido, sin particularizar en sectores específicos, ésta debe bañar a todos por igual, ninguna área es más que otra, claro cada una con sus necesidades particulares; para lograrlo será obligación al declararse emprendedor serlo realmente no solamente por moda, por el contrario, tener la conciencia de ser innovador tecnológico, no hay otro camino en la competencia global. 

Si bien es cierto por muchas décadas México fue una nación maquiladora, en algunos sitios de la geografía nacional aún se trabaja así al ser fuente importante de empleo, en estos momentos no es suficiente, las competencias han cambiado, hoy la apuesta está en el desarrollo tecnólogico.masryram@msn.com

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