Opinión No. 191 viernes
07 febrero de 2020
Por M en E Marisú Ramírez
El llamar la atención y
presumir con los amigos se ha convertido en una constante en las redes
sociales. En contrapartida las familias se sienten desprotegidas ante los
llamados retos virales, no es para menos, ya han costado varias vidas alrededor
del mundo, lo cual tiene en alerta a todos.
Nada que ponga en riesgo la
vida es divertido, lo preocupante es tener que lidiar con nuestros hijos y sus ansias
de demostrar lo que jamás podrán ser: Inmortales. El caso más reciente es el
conocido como “Cráneo Roto”, se dio a conocer en redes sociales y se lanzó la
alerta en espacios noticiosos; éste puede causar hemorragias cerebrales,
fractura de cráneo, quedar en coma y en último de los casos, perder la vida.
Es de suma importancia estar
alertas a este tipo de absurdos originados por mentes obscuras y enfermizas,
las cuales utilizan los avances tecnológicos para poner en riesgo a los niños, adolescentes
y jóvenes, lamentable será no atender este asunto e impedir lo imiten los
menores de edad. Por consiguiente, el trabajo preventivo inicia en la familia y
se extiende hacia los centros educativos.
Se recordará el reto llamado
“hot water challenge” (el reto del agua caliente), consistía en arrojar agua hirviendo
a menores de edad lo cual fue aterrador, entonces se reporta al menos un deceso
y otros infortunados quedaron gravemente afectados. La revista Time, menciona
que el reto está inspirado en algunos videos de YouTube en los que se muestra a
grupos de jóvenes haciendo bromas con agua caliente. Se documentó el primer
suceso en Florida donde un pequeño de ocho años falleció.
Hubo otros desafíos: el reto
de la canela, la cápsula de detergente, el desafío de la sal y el hielo o juego
de la asfixia, todos ocasionaron en su momento lesiones lamentables, es cuando
las familias y autoridades escolares iniciaron seguimiento a estos
comportamientos, lo cual no ha rendido resultados tangibles; por eso es
necesaria la colaboración social informada sobre estos absurdos y detectar la
inclinación de los adolescentes a realizar dichos retos.
Los niños son presa fácil para
los seres con disfunciones mentales creadores de estos desafíos mortales, por
ello habrá que reflexionar lo dicho por un gran filósofo: "Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de
idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin
dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el
mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas",
comentó el Premio Príncipe de Asturias, Umberto Eco.
Los retos mortales son
históricos, desde que el ser humano existe se le ha llamado a la competencia
con el fin de comprobar su arrojo ante los peligros, con el uso masivo de las
nuevas tecnologías por su sorprendente proximidad y cobertura total sin considerar
edades. Se ha demostrado que las llamadas selfis traspasan límites con
accidentes desastrosos, donde el objetivo es lograr el mayor número de likes en
Facebook, Twitter o Instagram, sin embargo, nada justifica poner la vida en
riesgo.
Para especialistas en psicología
los adolescentes están en proceso de desarrollo de su cerebro en la parte
racional, misma que logra su madurez hasta los 25 años; de ahí se desprende
sean más influenciables por los llamados retos virales, son impulsivos y no meditan
las consecuencias de sus actos, lo cual los expone por su deseo de sobresalir
por encima de su integridad física, lo prioritario para ellos es provocar el
mayor escándalo y alardear con sus amigos.
Es curioso, al redactar esta
colaboración recibo una alerta por otra peligrosa broma viral entre jovencitas
en escuelas de Edomex. Esta fatal broma consiste en hacer caer de frente a una
jovencita, quien se encuentra distraída, sin que pueda meter las manos para
aminorar la caída, como ocurriría naturalmente.
El momento para
rescatar a nuestros hijos influenciados por estos paradigmas nocivos es ahora,
corresponde a la familia detectar los peligros, analizar tendencias en
escenarios donde se desenvuelven, todo ello con sutileza y sin agresiones y
atender su comportamiento en instituciones educativas. Es urgente todo
seguimiento para evitar este tipo de amenazas sin conciencia. masryram@msn.com
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