Foto: Marisú Ramírez |
Opinión
No. 181 viernes 29 de noviembre de 2019
Por
M en E Marisú Ramírez
La
Ciudad de México es un referente social o pulso de lo que sucede en la
República Mexicana, la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de
la Violencia contra la Mujer demostró la inaplazable defensa de los derechos
humanos, en especial de la vida.
Resulta
difícil erradicar las agresiones contra mujeres en una sociedad de consumo
violento, tal como se decretó en 1999 por la ONU. En la Región Latinoamericana
se observa 18 años antes derivado de la masacre contra mujeres dominicanas las
cuales fueron victimadas por la dictadura de Rafael Trujillo, detectadas como
opositoras a dicho gobierno. Se podrá descubrir la injusta orden de segarles la
vida por sus ideas.
La
celebración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer o Día Naranja, que reunió en la capital del país a miles de damas para
generar conciencia social visibiliza la urgente necesidad de voltear la vista
para ver de frente este problema, el cual se incrementa de forma alarmante. Se
hace necesario admitir que esto va en varias direcciones; agresiones a niños
(as), adolescentes e individuos masculinos jóvenes y adultos, no sólo de las
mujeres.
El
asunto es delicado, preocupa a la OMS al señalar las agresiones contra mujeres
como un claro asunto de salud pública, aparejado a la obvia violación de los
derechos humanos, las manifestaciones de protesta de las féminas surgen con
bases sólidas dado que existen miles de carpetas de investigación donde se
asientan agresiones que las llevan a la muerte, a la discapacidad o lesiones de
por vida.
Antaño
las mujeres acudían con los hombres para que las protegieran de algún peligro,
hoy les huyen por machistas e impositivos; los estudios del actuar psicológico
de los masculinos son variados, aunque la mayoría hace hincapié en los
comportamientos violentos contra las mujeres, según informes oficiales México
está entre las primeras naciones del mundo de agresión a mujeres, diario se da
muerte a 10 féminas en el territorio nacional, todo esto deberá ser analizado por
la autoridad y verlo como un problema de seguridad nacional.
Podría
aseverarse de la coacción hacia las mujeres como una forma para mantenerlas
subordinadas al mandato masculino, también existen otras formas de agresión más
sutiles y no por ello menos infames como lo son el ataque sexual, emocional,
laboral, académico, el chantaje sentimental, económico, familiar y el ataque verbal,
así como el físico dada la supremacía de fuerza del masculino. Cuando las
mujeres no responden en favor de los deseos de éste se le ataca hasta
desembocar en su destrucción física, amparado el macho en un ambiente de
insensible impunidad por lo ligero de las sanciones que se imponen.
La Comisión
Estatal de los Derechos Humanos en el estado de Jalisco (CEDHJ) a través de su
parte ejecutiva tiene claro el problema: incremento de la violencia feminicida,
la cual define como una forma extrema de violencia de género contra las
mujeres, producto de la
violación de sus
derechos humanos, en los ámbitos
público y privado, conformada
por el conjunto
de conductas misóginas
que pueden conllevar impunidad
social y del
Estado, y puede
culminar en homicidio
y otras formas de muerte violenta
de mujeres.
La
autoridad tiene plena conciencia de que la violencia en contra de las mujeres
se puede prevenir a partir de las manifestaciones sociales y de salud; algunos
centros de atención a lesionadas llenan sus anaqueles de expedientes, por tanto,
este penoso fenómeno es predecible. Se podría saber cuándo atacará el machista,
a nadie es ajeno el comportamiento agresivo de estos sujetos con daño cerebral,
al no contemplar a su compañera de vida como un ser humano maravilloso.
La violencia contra las mujeres tendrá que encender focos rojos para
garantizar su protección; autoridades con suficiente sensibilidad ante esta
crisis, con el suficiente compromiso para abatir este flagelo social y avanzar
como sociedad justa y ecuánime, no atorada por ególatras y por enfermos de
poder. masryram@msn.com
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