Ex Lege

Puerto Vallarta está en el reporte de la ENSU como una de las ciudades con menor percepción de inseguridad

Opinión No. 178 viernes 18 de octubre de 2019

Por M en E Marisú Ramírez
(Texto y foto)

“La justicia es reina y señora de todas las virtudes”

Marco Tulio Cicerón.

Recordé y coincido con el filósofo jurista, politólogo del derecho y apasionado del orden social Norberto Bobbio, en relación con su tesis:

“La democracia es la sociedad de los ciudadanos y los súbditos se convierten en ciudadanos cuando se les reconocen algunos derechos fundamentales; habrá una paz estable, una paz que no tenga la guerra como alternativa, sólo cuando seamos ciudadanos no ya solamente de este o aquel Estado, sino del mundo” (El tiempo de los derechos)

Solamente como reflexión, la cual me permito compartir; en mi formación como licenciada en Derecho lo estudié como conjunto de normas ordenadas de conocimientos, debidamente sistematizados en su manifestación de razón con respecto al desenvolvimiento social, todo esto se revela en los preceptos jurídicos aceptados para convertirse en su base para estudiarla y darle seguimiento.

Cuando la sociedad observa lo anterior y lo acata debidamente se puede afirmar que se están desarrollando virtudes morales para el óptimo funcionamiento social, con sólida base en la concordia y la razón, todo ello permite elementos para convertirse en ciudadanos ejemplares, de ninguna forma sumisos sino debidamente conscientes de su lugar en el ámbito en el cual conviven, este supuesto ve llegar, en su justa dimensión: la justicia.

En este sentido México transita en una realidad delicada derivada de la violencia cotidiana, los acontecimientos expresados por los medios de información masiva se cubren de mensajes de pánico en varias entidades mexicanas, por tal motivo se hace necesario voltear y ver de frente la imperiosa necesidad de aplicar la justicia, expresión innegable de los principios del derecho; los sistemas jurídicos mantienen sus normas conformadas en la ley, misma que como norma suprema corrige y lleva por el mejor camino a la sociedad. 

Existe un riesgo nada aceptable, el acostumbrarse a las manifestaciones de violencia, y por supuesto lo reprobable: aplicar lo que se considera justicia por mano propia, esto no es posible y menos tolerable en una sociedad civilizada con la suficiente conciencia de lo que es la preservación de la vida y, por supuesto el respeto que merece el patrimonio ajeno.

Al revisar la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) perteneciente al tercer trimestre del año en curso, los resultados no son nada halagadores, se reporta que el 71% de los adultos mayores de 18 años se sienten inseguros en su ciudad. Vale la pena destacar que la llamada ENSU-2019 del tercer trimestre se llevó a cabo en 70 ciudades de la República Mexicana, en 25 mil 500 viviendas.

Sitios donde la gente se siente más insegura. Foto: Inegi

Afortunadamente Puerto Vallarta está en el reporte de la ENSU como una de las ciudades con menor percepción de inseguridad. No estamos exentos, ninguna ciudad lo está, lo cual incrementa la necesidad de no bajar la guardia y fortalecer la seguridad ciudadana con la prevención y cercanía social para que Puerto Vallarta continúe en ese estatus: como una de las ciudades con menor percepción de inseguridad. 

Así mismo, es importante destacar que estadísticamente Puerto Vallarta se mantiene como una ciudad segura, donde queda de manifiesto la estrecha coordinación entre dependencias federales, estatales y municipales.

Como se ha mencionado toda acción delictiva está fuera de la tranquilidad social, aunque cuando ésta los observa como cotidianos se corre el riesgo de justificarlos y, en un extremo se cae en complicidad, algunos representativos que la desestabilizan son: los feminicidios, la trata de personas, la violencia de género, el robo y otros. 

Afortunadamente los seres humanos honestos son mayoría frente a los infractores de las normas legales, permanecen conscientes al rechazar la corrupción e impunidad. Frenar por capricho el acatamiento de la ley solamente tendrá un destino: el caos. masryram@msn.com