sábado, 14 de marzo de 2020

Del Don al talento



Foto: JM Reyes

Opinión No. 179 viernes 15 de noviembre de 2019


Por M en E Marisú Ramírez

La realidad que se vive obliga a repensar los paradigmas de los llamados “Dones” y visualizar oportunidades para abrir la mente a nuevos horizontes de oportunidades. Quedar quietos o solamente receptivos condena, hasta desembocar en la frustración.

Quién no desea librarse de una plaga, sea de insectos o de personas tóxicas, su cometido es entorpecer el progreso, retraerlo o simplemente conservarlo para evitarse molestias o en el peor de los casos competencia. Algunos seres integrados a la cadena evolutiva transforman sus códigos genéticos para lograr la supervivencia como es el caso de los tardígrados y otros sometidos a estudio por el ser humano. 

Se sabe que el talento está asociada a la inteligencia humana, destrezas, aptitudes y sobre todo capacidades para llevar a efecto cualquier actividad con suficiente soltura, liderazgo y creatividad. En líneas generales los seres humanos tienen estas características, aunque se debe admitir su negación por actitudes contrarias a la razón al no tener claro el objetivo y las metas que se pretenden alcanzar, entonces sobresale la soberbia.

Durante mi formación profesional he conocido a seres humanos con dones maravillosos, en algunos casos no son conocidos lo suficiente o simplemente no tienen referencia:

1 Pedro 4:10-11 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

De esta forma Pedro divide los dones espirituales en dos campos: los dones hablados y los dones de servicio: los dones de hablar incluyen el don misionero, la predicción y la enseñanza, o la profecía. En Efesios capítulo 4, estos dones se dividen en dos dones de evangelismo, aliento, discernimiento, sabiduría, liderazgo y hablar en lenguas. Los dones de servicio consisten en el don de fe, administración, dar, sanar, milagros, hospitalidad, misericordia, ayuda y servicio.

A causa de los ámbitos en los que se han formado y desenvuelto o por falta de motivación los dones se oscurecen, se ocultan y se niegan; los dones van íntimamente ligados al talento, lo fortalecen y dan formas inimaginables de creatividad para el emprendimiento integral.

De la mano, don y talento se complementan. El primero derivado del termino latino donum, se enfoca a las aptitudes de las cuales dispone una persona. Por tal mencioné que en este puerto turístico he conocido a seres humanos de servicio, solidarios y también a los incansables miedosos escondidos con caretas falsas para no ser desplazados de sus nichos de poder, han de sufrir demasiado.

Don y talento son intensos, complemento de la vida al recibir la gracia divina y desarrollarla con la mejor destreza posible. Conducir la vida con base en valores morales y éticos hace mejores sociedades. Se llama don al poseedor de bienes, mientras plebeyo al que no merece ni ser observado, ambos son seres con sus destrezas, dones y talentos; no los forma su origen social, son sus actos en beneficio de su comunidad.

En medio de todas las interpretaciones sobra añadir los daños causados a la conciencia y a nuestro hábitat por la tecnología; avances continuos en ocasiones innecesarios, los cuales derivan en costumbres heredadas o del contexto donde se desenvuelven las actividades cotidianas.

Formas, técnicas y métodos; los que de alguna forma fracturan paradigmas, los cuales fueron valiosos por muchos años; desde el pañal de tela hasta el agua embotellada, enfermedades desconocidas o armas de destrucción masiva controladas por sistemas sofisticados o inteligencia artificial, todo esto ha significado un lamentable retroceso al adormecer la conciencia y no reconocer los dones otorgados por la energía divina. 
Comprender lo negativo que se produce al descartar, negar o reprimir un “Don” otorgado desde lo Divino orilla inevitablemente a ir contra el destino y, como consecuencia la existencia humana se torna infortunada y se complica, tener conciencia de esto purifica los actos convirtiéndolos en generosos, convierte al ser en un deber ser completo en todo lo que incursiona. masryram@msn.com

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