Opinión No. 146 viernes
22 de febrero 2019
Por Marisú Ramírez
(Texto y foto)
Convertir
una prisión en un centro cultural es una decisión acertada si el fin es
terminar con los centros de castigo corporal como lo fueron las islas Marías
por más de 100 años.
Cuando
leí la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador y la posterior
firma del decreto para dejar en el olvido un complejo penitenciario nacido en la
administración porfirista en 1905. El giro que se pretende dar a una historia
de penas corporales a delincuentes y dirigentes políticos parece que será
avasallada por la cultura y el esparcimiento.
"Campamentos
para ir a conocer, desde luego la historia de cómo esos modelos de castigo
deben ir desapareciendo; no olvidemos que uno de los dirigentes más importantes
de nuestro tiempo, Nelson Mandela estuvo 27 años en prisión y la mayor parte de
ese tiempo en una isla como ésta, Isla María Madre; ya no ese tipo de
castigo, los seres humanos, aunque algunos piensen distinto, no son malos por
naturaleza son las circunstancias las que los llevan a las conductas
antisociales", así lo precisó el Primer Mandatario.
Además
de la liberación de 200 reclusos por haber concluido su ciclo de castigo, el recordar
al destacado escritor José Revueltas con sentencia dictada por sus ideas,
permite un espacio para dimensionar los aspectos inverosímiles por los que
fueron castigados varios presos políticos… “la isla se va a convertir en
un centro para las artes, la cultura y el conocimiento sobre el medio ambiente,
la naturaleza, la flora, la fauna de esa isla, de las otras islas también, va a
ser una isla para los niños y para los jóvenes", adelantó el Presidente
López Obrador.
La
reinserción a la sociedad de los seres humanos que cometieron un error por la
razón que sea debe ser objetiva, la propuesta del Primer Mandatario de México
podría convertirse en la piedra angular para que en nuestro país se restablezca
el Estado de Derecho, la impartición de Justicia y la Paz Social. Esto podría
incrementar la energía positiva que se heredará a las nuevas generaciones para
ser más consecuentes en el rescate y rehabilitación de los que cayeron en la
tentación antisocial.
Transformar
para bien los complejos penitenciarios, con la aplicación de valores morales y
respeto a los derechos humanos de los internos es básico, tal como señala el
maestro Sergio García Ramírez: “Tener un sistema penitenciario no significa
construir una cárcel por excelente que sea… se tiene el caso de Lecumberri, que
fue orgullo del Porfiriato”, las Islas Marías, colonia penal federal edificada
en el periodo referido oscurecieron la vida de los internos sin rayo de
esperanza alguna.
Recuerdo
el caso de la Isla Naoshima en Japón, exuberante propuesta cultural, donde los
turistas se interrelacionan con el arte y la naturaleza, ahí se fracturan los
pensamientos, se siente la energía, saltan hechos añicos los esquemas estéticos
conocidos y se revitaliza el alma de los visitantes; también crecen calabazas
gigantes al borde del mar, los museos son hoteles y se encuentran bajo tierra y
la estatua de la libertad se cuela dentro de una casa desestructurada… cuesta
entenderlo, pero es lo que tiene el arte contemporáneo. De eso, esta pequeña y
tranquila isla del mar interior de Japón sabe mucho, que por algo es conocida
como la isla del arte y la arquitectura moderna.
Al
igual que en la isla de Japón, en las Islas Marías sería interesante buscar los
mecanismos para que los visitantes a este nuevo conglomerado cultural que se pretende
no dañen su biosfera, como isla que es debe cuidarse como patrimonio de la
humanidad.
Con esta alternativa del presidente López Obrador se abrirá una nueva
etapa en la proyección de nuevos centros penitenciarios mexicanos al dar paso a
otras formas de actuar en materia de seguridad e impartición de justicia y, por
qué no, llegar a ser como el Reino Unido, Islandia, Nueva Zelanda, Irlanda y
Noruega; países con los menores índices de criminalidad en el mundo, donde sus
agentes policiales no llevan armas de fuego al realizar labores de patrulla.
México irá a paso firme en esa dirección. masryram@msn.com
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