lunes, 16 de marzo de 2020

Célula social a contra luz


Opinión No. 193 viernes 21 febrero de 2020
Por M en E Marisú Ramírez

El origen estructural de la sociedad es la familia. Acontecimiento irremplazable e histórico, su perfeccionamiento es permanente en medio de contradicciones de la era global.

Los miembros de la familia nacen cuando se enfrentan al cómo resolverán sus problemas para cimentar su existencia. Salir del seno familiar es importante cuando se conforman objetivos sensatos pensados para superar obstáculos.

Como entidad social, la familia contribuye en la construcción de la felicidad de sus miembros, enlazar principios éticos establecidos por la época donde crece y se desarrolla en su conjunto. Sin embargo, cuando no corresponden los anhelos individuales vienen las separaciones, lo interesante es la realización de esto en planos de honestidad y madurez; en sentido contrario genera frustración, violencia y malestar. 

Por otro lado, en esta época los retos que enfrentan los hijos son inmensos, los más utilizarán toda su energía para surgir y mantenerse a flote; los menos se alejan de la fortaleza familiar para desmayar sus objetivos en la delincuencia, indigencia, las drogas u otros planos desastrosos; camino fácil, el cual la mayoría de las ocasiones se convierte en un verdadero infierno.

La frustración propinada por una familia disfuncional frena la esperanza y aniquila la fe; se abandona la instrucción escolar y esto se repite en miles de familias del mundo a diario, sin que exista fuerza contraria para salvaguardar a los desprovistos de esa célula social fundamental, lo cual no es razón de “género” como muchos argumentan. 

México necesita mantener la confianza en sus jóvenes, es delicado mantenerse expectante, el rendimiento familiar en la actualidad se está deteriorando con la complacencia sin esfuerzo; no es dar sino presentar a las familias expectativas no tradicionales sino adecuadas a los tiempos actuales, sin caer en estereotipos vánales. La tranquilidad del espíritu de los miembros de la familia se concreta con la satisfacción de las necesidades de las futuras generaciones.

Los mitos y simbología consumista es necesario desterrarlos desde la familia y hacia el exterior sin interpretaciones simplistas, porque será la herencia para la formación del nuevo ser humano. En este sentido los gobiernos deben aprovechar la ventaja para reconstruir a diario lo más adecuado para sus ciudadanos.

La función del Estado Político es facilitar la seguridad social, devolverles a las formaciones humanas la tranquilidad añorada y revertir los daños para alcanzar la convivencia integral. En este sentido ha propuesto el Consejo Nacional de Población (CONAPO) reducir el número de hijos por familia, la meta es abrir más espacios a las nuevas generaciones, otorgarles mayores oportunidades, esa es la base de la agenda 2030 de esta institución, es importante revisar esta propuesta.

En estos momentos de violencia desenfrenada por diversos motivos, hay que recordar que de las adversidades surge la oportunidad de detectar las fallas y construir mejores escenarios para perfeccionar la existencia. La sociedad mexicana es tan heterogénea que parece estar pulverizando al núcleo social e impera el caos. Hace algunas décadas la mayoría de las familias presentaban estabilidad, en la actualidad los registros oficiales reportan un brutal incremento de los divorcios, lo cual es verdaderamente preocupante.

La familia tradicional parece quedarse en el tiempo, las preferencias sexuales muy respetables adoptan pequeños para formarlos; por otro lado, los embarazos de adolescentes sin intención y sin opción de formar una familia se transforman en un colapso que fractura a la sociedad.

En esta era global se enfrenta el riesgo de perder el núcleo social: la familia. Se distinguen alteraciones profundas en busca de lograr la función sólida de esta estructura social fundamental, para lograrlo se tiene que reorganizar el pensamiento ético con educación y objetivos factibles. 

La velocidad desenfrenada de la vida moderna abre demasiadas interpretaciones de la familia, la lucha de género es válida siempre que sea para construir, de lo contrario algo está funcionando mal; sin embargo, nadie podrá negar que sólo desde la familia se podrá llegar a un acuerdo sin destruir esa sustancia que Dios nos entregó: La chispa divina, sin olvidar que su esencia es el amor. masryram@msn.com

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