Opinión
No. 188 viernes 17 de enero de 2020
Por
M en E Marisú Ramírez Muñoz
Se
hace necesario estar convencidos que sobre este hermoso Planeta Tierra
solamente deben caminar seres enamorados de la vida. Los que no deseen festejar
esta gran aventura sólo se descartarán de la felicidad de existir.
Estar
atentos a los acontecimientos noticiosos cotidianos resulta de espanto, es como
aquellos cuentos de terror contados por las abuelas, el miedo en la era actual es
la cuota que se tiene que pagar para continuar con las actividades cotidianas;
no resulta fácil acostumbrarse. Queda claro para los optimistas las bondades
derivadas de un nuevo año, se espera que este 2020 traiga mejores augurios que
el anterior.
Parece
oportuno fincar los mejores momentos para todos los habitantes de este México
formado a diario por la buena voluntad y, con ello rescatar del olvido las
insatisfacciones sociales, las cuales quedaron pendientes en una interminable
lista.
A la
existencia social o individual habrá que acostumbrarla al buen humor. De la
mano con la paciencia descubrir lo hermoso de vivir, dar gracias al abrir los
ojos y saberse en este plano físico, al respecto, recordé una parte de la letra
de la canción “Qué bonita es esta vida”
que canta Jorge Celedón; escrita por 3 grandes compositores mexicanos e
integrantes del trío 3 de Copas: Raúl Ornelas, Luis Carlos Monroy y Jaime
Flores y grabada originalmente como un huapango:
Me
gusta el olor que tiene la mañana
Me
gusta el primer traguito de café
Sentir
como el sol se asoma a mi ventana
Y
me llena la mirada de un hermoso amanecer
Me
gusta escuchar la paz de las montañas
Mirar
los colores del atardecer
Sentir
en mis pies la arena de la playa
Y
lo dulce de la caña cuando beso a mi mujer
Se...
sé que el tiempo lleva prisa
pa'
borrarme de la lista, pero yo le digo que:
Ay
que bonita es esta vida
Aunque
a veces duela tanto
Y
a pesar de los pesares siempre ay alguien que nos quiere
Siempre
hay alguien que nos cuida
Ay
ayayay... qué bonita es esta vida
Y
aunque no sea para siempre
Si
la vivo con mi gente
Es
bonita hasta la muerte con aguardiente y tequila
Brindemos
por la vida es linda
Quiérela,
quiérela…
Al
escuchar esta canción pareciera que describe a Puerto Vallarta, su montaña, sus
playas y sus inigualables atardeceres, por ello, en este nuevo lapso existe la
firme voluntad de mantenerse alegre y entregar las mejores estrategias
apartadas de egoísmos y actitudes insanas.
Nadie
puede adjudicarse la razón absoluta, menos aún imponer formas de pensar y comportar
fuera de lo correcto, sería aberrante que llegará a suceder. Atender los
valores morales es imprescindible en la búsqueda de una mejor convivencia entre
ciudadanos para distinguir con precisión la vida en su justa medida y aplicar
la justicia para conducir una vida social lo más sana posible.
El
sentido de trascender no solamente se basa en lo económico, la esencia de la
vida es cómo se vive más allá de los deseos materiales y no perder de vista la
calidad del espíritu de cada persona para saber cómo actúa ante situaciones adversas,
sin que esto implique abandonar actitudes frente a otro tipo de problemáticas,
saber que no se está solo para trascender. Lo negativo es sentirse estancado,
aburrido de llevar a diario actividades ajenas al interés personal, necesario
reflexionarlo para salir de ese laberinto en esta nueva oportunidad.
La paz es un acuerdo interior con la serenidad imperturbable del alma, eso
trae un sentimiento que inspira a no causar daños ni ofensas a cualquier ser o criatura
en el mundo, otorgar sentido al hacer lo correcto es el reto de vivir en
plenitud, con la suficiente conciencia del lugar en el cual se está
interactuando, enriquecer las experiencias cotidianas en beneficio de la
comunidad y encontrar elementos suficientes para lograr el conocimiento
sensible necesario para vivir conscientes de que se logrará enamorarse de la
vida con cada acto positivo efectuado. masryram@msn.com
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