lunes, 16 de marzo de 2020

Enamorarse de la vida


Opinión No. 188 viernes 17 de enero de 2020

Por M en E Marisú Ramírez Muñoz

Se hace necesario estar convencidos que sobre este hermoso Planeta Tierra solamente deben caminar seres enamorados de la vida. Los que no deseen festejar esta gran aventura sólo se descartarán de la felicidad de existir.

Estar atentos a los acontecimientos noticiosos cotidianos resulta de espanto, es como aquellos cuentos de terror contados por las abuelas, el miedo en la era actual es la cuota que se tiene que pagar para continuar con las actividades cotidianas; no resulta fácil acostumbrarse. Queda claro para los optimistas las bondades derivadas de un nuevo año, se espera que este 2020 traiga mejores augurios que el anterior.

Parece oportuno fincar los mejores momentos para todos los habitantes de este México formado a diario por la buena voluntad y, con ello rescatar del olvido las insatisfacciones sociales, las cuales quedaron pendientes en una interminable lista.

A la existencia social o individual habrá que acostumbrarla al buen humor. De la mano con la paciencia descubrir lo hermoso de vivir, dar gracias al abrir los ojos y saberse en este plano físico, al respecto, recordé una parte de la letra de la canción “Qué bonita es esta vida” que canta Jorge Celedón; escrita por 3 grandes compositores mexicanos e integrantes del trío 3 de Copas: Raúl Ornelas, Luis Carlos Monroy y Jaime Flores y grabada originalmente como un huapango:

Me gusta el olor que tiene la mañana
Me gusta el primer traguito de café
Sentir como el sol se asoma a mi ventana
Y me llena la mirada de un hermoso amanecer
Me gusta escuchar la paz de las montañas
Mirar los colores del atardecer
Sentir en mis pies la arena de la playa
Y lo dulce de la caña cuando beso a mi mujer
Se... sé que el tiempo lleva prisa
pa' borrarme de la lista, pero yo le digo que:
Ay que bonita es esta vida
Aunque a veces duela tanto
Y a pesar de los pesares siempre ay alguien que nos quiere
Siempre hay alguien que nos cuida
Ay ayayay... qué bonita es esta vida
Y aunque no sea para siempre
Si la vivo con mi gente
Es bonita hasta la muerte con aguardiente y tequila
Brindemos por la vida es linda
Quiérela, quiérela…

Al escuchar esta canción pareciera que describe a Puerto Vallarta, su montaña, sus playas y sus inigualables atardeceres, por ello, en este nuevo lapso existe la firme voluntad de mantenerse alegre y entregar las mejores estrategias apartadas de egoísmos y actitudes insanas.

Nadie puede adjudicarse la razón absoluta, menos aún imponer formas de pensar y comportar fuera de lo correcto, sería aberrante que llegará a suceder. Atender los valores morales es imprescindible en la búsqueda de una mejor convivencia entre ciudadanos para distinguir con precisión la vida en su justa medida y aplicar la justicia para conducir una vida social lo más sana posible. 

El sentido de trascender no solamente se basa en lo económico, la esencia de la vida es cómo se vive más allá de los deseos materiales y no perder de vista la calidad del espíritu de cada persona para saber cómo actúa ante situaciones adversas, sin que esto implique abandonar actitudes frente a otro tipo de problemáticas, saber que no se está solo para trascender. Lo negativo es sentirse estancado, aburrido de llevar a diario actividades ajenas al interés personal, necesario reflexionarlo para salir de ese laberinto en esta nueva oportunidad. 

La paz es un acuerdo interior con la serenidad imperturbable del alma, eso trae un sentimiento que inspira a no causar daños ni ofensas a cualquier ser o criatura en el mundo, otorgar sentido al hacer lo correcto es el reto de vivir en plenitud, con la suficiente conciencia del lugar en el cual se está interactuando, enriquecer las experiencias cotidianas en beneficio de la comunidad y encontrar elementos suficientes para lograr el conocimiento sensible necesario para vivir conscientes de que se logrará enamorarse de la vida con cada acto positivo efectuado. masryram@msn.com

 

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