martes, 3 de marzo de 2020

Lecturas perdurables


Opinión No. 148 viernes 8 de marzo 2019
Por Marisú Ramírez
(Texto y foto) 
 
El pasado 7 de marzo, Día Mundial de la Lectura, me parece fecha propicia para recordar a dos escritores maravillosos que legaron su pensamiento a través de sus obras literarias. Me refiero a Gabriel José de la Concordia García Márquez (Gabo) y Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. 

La historia tiene en sus anales un sinnúmero de talentosos literatos: Agustín Yáñez, José Revueltas, Julio Torri, Mauricio Magdaleno, Ramón Rubín, Rafael F. Muñoz, Octavio Paz, Carlos Fuentes; sin dejar de mencionar a otros de mi agrado de otras naciones como Dostoievski, Faulkner, Pavese, Greene, Erskine Caldwell, D.H. Lawrence, Nabokov, entre otros; todos de tipo y estilo diferente, en este momento escogí a “Don Gabo” y a mi paisano Juan Rulfo.

Me gusta recordar a estos dos majestuosos hombres de las letras mundiales, los cuales revolucionaron su época. Gabo con su “Realismo Mágico” y Rulfo con dos obras trascendentales para su tiempo; me centro sin trazar planes para agradar, solamente expresar la emoción que sale de mi corazón al seleccionar a Gabo y a Rulfo. Ellos entregaron sus obras con el maravilloso filtro que fue su pensamiento.

Los literatos son seres que ganan a pulso su inmortalidad, como don Gabo con su obra Cien años de Soledad desde hace más de 52 años y con más de 40 millones de ejemplares vendidos. Las letras de esta novela realmente atrapan, permiten verse en su interior como una parte de ella. Su amigo Carlos Fuentes (+) fue testigo de la sentencia que le expresó Álvaro Mutis al entregarle un ejemplar de la novela de Rulfo Pedro Paramo “¡Lea esto y jódase!” y así fue, como lo reveló al ser entrevistado por el licenciado Jacobo Zabludowsky (+) “El escrutinio a fondo de la obra de Juan Rulfo me dio por fin el camino que buscaba para continuar mis libros y (supe) que por eso me era imposible escribir sobre él sin que todo esto pareciera sobre mí mismo; ahora quiero decir, también, que he vuelto a releerlo completo para escribir estas breves nostalgias y que he vuelto a ser la víctima inocente del mismo asombro de la primera vez”.

Hombres insuperables por sus expectativas literarias siempre prospectivas en su esencia creadora, con respecto a Juan Rulfo se podría decir sin temor a equivocarse que con dos obras conquistó el mundo de las letras de su época y en la actualidad su recuerdo permea entre los mejores literatos.

Elena Poniatowska, en entrevista concedida a Guadalupe Loaeza publicada en el año 2014 en el suplemento dominical del diario Reforma refirió, palabras más menos, que Carlos Fuentes y Juan Rulfo consiguieron chamba en Gobernación como sensores en esa época donde se filmaron gran cantidad de películas en el  sexenio del presidente Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) a los cuales les dio gusto que su nombre estuviera en la parte posterior de su silla, no tenían que hacer nada, salvo cuando se atravesaba en el set un perro flaco, Fuentes se levantaba y decía: ¡Corte, este perro denigra a México! Entonces se paraba la filmación y se volvía a grabar”, refirió la entrevistada.

Anécdota interesante para conocer la formación de grandes literatos a partir de sus experiencias. El Día Mundial de la Lectura motiva a descubrir algunas jornadas de trabajo de los escritores que dejan profunda huella en las conciencias. Además de esto, intentar rescatar lo mejor de su pensamiento, así como orientar a las generaciones actuales y futuras a valorar esos legados sin olvidar que es misión de todos superar los tropiezos demostrados en las evaluaciones de comprensión de lectura; leer a los mejores literatos es un paso importante para remontar esa dificultad, además de estimular la creatividad.

Recordar a los escritores destacados del mundo y rendirles homenaje con la lectura de sus obras; sus fantasías, su magia para contar historias y adentrar a sus lectores en escenarios fantásticos, será siempre invaluable. masryram@msn.com

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