Opinión No. 161 viernes
21 de junio de 2019
Por M en E.
Marisú Ramírez
(Texto y foto)
El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante
era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora
ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan
aborrecible como comer la carne de otro.
Martin Luther King
Las nuevas tecnologías de la
información tienden a generar caos sobre la sociedad. La web y las redes
sociales con una carga de prejuicios ligeros los cuales llevan a buscar su
aceptación por encima de la verdadera necesidad del ser humano actual.
Es en este sentido donde
diversas ideologías rebasadas intentan mantenernos en la dualidad del ser.
Literalmente y en sentido horizontal bueno-malo, lo que deriva en la
antiquísima actitud de “juzgar”; las redes sociales ahora nos lo permiten,
hasta el grado del libertinaje juzgativo.
La energía humana debe
aplicarse de forma vertical, ahí es donde reside la verdadera entelequia. La
sociedad debe atender este aspecto si su deseo es romper paradigmas de
control-manipulación y buscar la verdadera realización del ser.
Acorde con la física cuántica
el punto de vista del observador puede alterar a las partículas de Dios y de ello
dependen los niveles de conciencia, desde los cuales se emiten intenciones, que
hacen vibrar la matriz del universo cuya manifestación es desastrosa o
armoniosa en caso de una contaminación cuántica cero.
Existir por encima de visiones
cortas, donde la lógica racional sobre los acontecimientos y violencia
exacerbada escapa a lo sensato y desemboca más en asuntos triviales; la intención
de ser positivo surge del que lo desea, con actos honestos hacia las personas
de su comunidad.
La supervivencia es modo de existir
para muchos, aunque se debe medir su dimensión para no causar daños colaterales
y lograr que predomine la pureza de la intención, agudizar los sentidos para
encontrar la verdad de forma armónica cuidando la integridad propia y la de los
demás. Aquí es donde la energía universal funciona en cada ser humano al no
desvincularlo del bien que se puede otorgar a todos; en otras palabras, se
evita el daño a terceros.
Es desafortunado para el ser humano
coterráneo anteponer su interés individual al colectivo, actualmente se ve con mayor
intensidad. Antaño la tendencia era apartarse de aquellas personas considerados
inmorales, que dirigían sus pasos con acciones orientadas por caminos
equivocados.
Las energías negativas también
consideradas de baja frecuencia contaminan cada vez a un mayor número de
personas que admiran a seres perversos que habitan en las filas de la negación
con sus devastadoras consecuencias a todos los niveles. No interesa el
desempeño que se realice, artistas, políticos, clérigos o académicos, existe especial
tendencia a la maldad. El manejo y control de la mente a través de la opinión
pública persigue una tendencia de manipulación de conciencias.
La inteligencia natural con la
que nacemos y la cual fue otorgada por el Creador disminuye con el paso de la vida, esto no es
normal para los que defienden su identidad y a diario superan los prejuicios;
parecería extraño ver a un ser humano en busca de lo peor de la vida, como es
dedicarse a delinquir o a causar daño a los miembros de su comunidad sin razón
alguna, se ven estos escenarios a diario; si realmente tuvieran conciencia de lo que significan estos actos los
evadirían, sin embargo se reproducen vertiginosamente.
Incrementar la energía positiva
es clave cuando se dirige a la realización de acciones constructivas. Aún es
momento de sanar los males producidos por la contaminación cuántica antrópica, debido
a la acción directa o indirecta de la sociedad. La intervención antrópica es el
factor esencial de la evolución regresiva y del desequilibrio actual del medio
ambiente, ya que al estar todos conectados ─es inevitable─ tarde o temprano la
contaminación se adentra en nuestro ser y lo peor, alcanza ya a nuestro
entorno.
Si sólo las hojas de un bosque
se movieran por sí solas y no a merced del viento, simplemente así todo ser
viviente y el planeta mismo se recuperarían en un nuevo equilibrio. masryram@msn.com
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