octubre
de 2016
Te quiero contar una historia tremenda acerca
de la anticoncepción oral: le dije a esa chica que si quería hacer el amor
conmigo y me dijo que no. Woody Allen
El desconocimiento pleno
de las consecuencias energéticas que derivan al tener sexo con algunas
personas, lleva a los seres humanos por veredas escalofriantes con efectos
adversos que es muy difícil restablecer.
En nuestros días, el sexo es tan liberal, tan irresponsable que
se tiene con quien sea, no importa que se conozca bien o no a la persona,
incluso basta con hacer “química” en cualquier antro, restaurant, bar o
cafetería. Este acto sólo es lujuria o placer carnal, se torna riesgoso y hasta
peligroso por las consecuencias de lo que debiera ser un acto sagrado, bello y
que incluso da poder y hace ser más sensibles y amorosos cuando se está en
balance perfecto.
Cuando unimos el aura con
alguna persona, así haya sido una vez en la vida, juntamos karmas, energía,
luz, vibración, conocimiento, larvas –vampiros energéticos, virus sexuales,
entes…– dependiendo el grado de promiscuidad y lujuria que traiga consigo la
persona escogida es como se adhieren en la otra. Muchas personas hacen caso
omiso de las advertencias y lo hacen por conquistar por ego y vanidad, no se
dan cuenta de las consecuencias ni reparan en las señales que les dan su cuerpo
y su alma; se sienten mal al día siguiente y culpan al licor o a las parrandas.
Todo lo anterior sin
contar que también se tienen consecuencias físicas que alteran toda una vida,
como es el caso de los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión
sexual; todo a cambio de un segundo de placer. Por otra lado, el infiel; tiene relaciones
con su pareja y queda embarazada, lo que hará que pase al hijo que engendren,
la nefasta densidad de un nido de larvas que se desarrollarán junto con el
niño, dando por resultado seres con cierta dualidad, maldad y crueldad desde
pequeños, – parece increíble e ilusorio– pero es la cruda realidad.
Este panorama se complica
aún más cuando la cadena es grande y las personas son casadas contaminando a
sus cónyuges; traen consigo gran cantidad de basura energética y terminan
intoxicando a toda la familia –En este
punto es donde se debe reflexionar profundamente, no en vano la célula social
se está desintegrando–. Imaginemos a alguien que ha tenido relaciones
sexuales con nueve personas; que a su vez cada uno ha tenido sexo con múltiples
parejas. ¿Cuántos karmas y plasmaciones se acumulan a lo largo de la vida?
Cuando unimos nuestra
energía de este modo, también damos nuestro poder y vibración de vida a la otra
u otras personas, creando lo que antiguamente llamaban puentes de poder
energéticos. En cambio, si estamos realmente enamorados y queremos pasar con
esta persona el resto de nuestros días, todo es diferente el amor verdadero,
purifica.
Pero cuando sólo es un
acto de placer, o de una noche, ya no es tan agradable, de la misma forma
unimos todo lo mencionado y esta unión energética dura alrededor de un año,
cuando han sido pocas parejas, otras veces 3 años; o si el caso es muy cargado
debido al grado de promiscuidad pueden ser siete años, a partir de la última
relación sexual – ¡Siete largos años! – Donde los líquidos seminales y vaginales se quedan en plasmas dentro de
sus auras y cuerpos sutiles, el lazo no se rompe tan fácilmente y se sigue unido
de forma energética y kármica con todo aquel con quien se ha compartido la
cama, el espacio, el cuerpo físico y energético.
Vivir así es una
esclavitud, una cárcel. Es realmente triste ver tanto engaño, tanto
sufrimiento, tanta incapacidad para entender donde se encuentra la verdadera
felicidad. Esto hace más pesado el camino, llenándose cada vez de más densidad
y cargas energéticas nocivas que no se sabe de dónde salen y menos como quitarlas
de encima, lo que enloquece tanto física como psíquicamente y no se sabe cómo
conseguir ayuda.
Este sencillo
conocimiento deriva en tener mayor consciencia de la ligereza o profundidad de
nuestros actos al tener una mejor comprensión por qué se debe ser tan selectivo
en las relaciones sexuales. El hacer el amor no sólo es para el placer de los
sentidos, es un arma para luchar contra la densidad y las energías negativas
enfermas y discordantes. masryram@msn.com
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