miércoles, 19 de octubre de 2016

¿Canita al aire?



octubre de 2016

Te quiero contar una historia tremenda acerca de la anticoncepción oral: le dije a esa chica que si quería hacer el amor conmigo y me dijo que no. Woody Allen

El desconocimiento pleno de las consecuencias energéticas que derivan al tener sexo con algunas personas, lleva a los seres humanos por veredas escalofriantes con efectos adversos que es muy difícil restablecer. 

En nuestros días,  el sexo es tan liberal, tan irresponsable que se tiene con quien sea, no importa que se conozca bien o no a la persona, incluso basta con hacer “química” en cualquier antro, restaurant, bar o cafetería. Este acto sólo es lujuria o placer carnal, se torna riesgoso y hasta peligroso por las consecuencias de lo que debiera ser un acto sagrado, bello y que incluso da poder y hace ser más sensibles y amorosos cuando se está en balance perfecto. 

Cuando unimos el aura con alguna persona, así haya sido una vez en la vida, juntamos karmas, energía, luz, vibración, conocimiento, larvas –vampiros energéticos, virus sexuales, entes…– dependiendo el grado de promiscuidad y lujuria que traiga consigo la persona escogida es como se adhieren en la otra. Muchas personas hacen caso omiso de las advertencias y lo hacen por conquistar por ego y vanidad, no se dan cuenta de las consecuencias ni reparan en las señales que les dan su cuerpo y su alma; se sienten mal al día siguiente  y culpan al licor o a las parrandas. 

Todo lo anterior sin contar que también se tienen consecuencias físicas que alteran toda una vida, como es el caso de los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual; todo a cambio de un segundo de placer. Por otra lado, el infiel; tiene relaciones con su pareja y queda embarazada, lo que hará que pase al hijo que engendren, la nefasta densidad de un nido de larvas que se desarrollarán junto con el niño, dando por resultado seres con cierta dualidad, maldad y crueldad desde pequeños, – parece increíble e ilusorio– pero es la cruda realidad. 

Este panorama se complica aún más cuando la cadena es grande y las personas son casadas contaminando a sus cónyuges; traen consigo gran cantidad de basura energética y terminan intoxicando a toda la familia –En este punto es donde se debe reflexionar profundamente, no en vano la célula social se está desintegrando–. Imaginemos a alguien que ha tenido relaciones sexuales con nueve personas; que a su vez cada uno ha tenido sexo con múltiples parejas. ¿Cuántos karmas y plasmaciones se acumulan a lo largo de la vida?

Cuando unimos nuestra energía de este modo, también damos nuestro poder y vibración de vida a la otra u otras personas, creando lo que antiguamente llamaban puentes de poder energéticos. En cambio, si estamos realmente enamorados y queremos pasar con esta persona el resto de nuestros días, todo es diferente el amor verdadero, purifica. 

Pero cuando sólo es un acto de placer, o de una noche, ya no es tan agradable, de la misma forma unimos todo lo mencionado y esta unión energética dura alrededor de un año, cuando han sido pocas parejas, otras veces 3 años; o si el caso es muy cargado debido al grado de promiscuidad pueden ser siete años, a partir de la última relación sexual – ¡Siete largos años! – Donde los líquidos seminales y vaginales se quedan en plasmas dentro de sus auras y cuerpos sutiles, el lazo no se rompe tan fácilmente y se sigue unido de forma energética y kármica con todo aquel con quien se ha compartido la cama, el espacio, el cuerpo físico y energético.

Vivir así es una esclavitud, una cárcel. Es realmente triste ver tanto engaño, tanto sufrimiento, tanta incapacidad para entender donde se encuentra la verdadera felicidad. Esto hace más pesado el camino, llenándose cada vez de más densidad y cargas energéticas nocivas que no se sabe de dónde salen y menos como quitarlas de encima, lo que enloquece tanto física como psíquicamente y no se sabe cómo conseguir ayuda. 

Este sencillo conocimiento deriva en tener mayor consciencia de la ligereza o profundidad de nuestros actos al tener una mejor comprensión por qué se debe ser tan selectivo en las relaciones sexuales. El hacer el amor no sólo es para el placer de los sentidos, es un arma para luchar contra la densidad y las energías negativas enfermas y discordantes. masryram@msn.com

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