Por Marisú Ramírez
En México no existen las
buenas noticias. El panorama económico, se vislumbra pesimista para los mexicanos; una
y otra vez nos aplican los aumentos a los servicios públicos de primer orden como
el transporte, canasta básica, energía eléctrica, combustibles; en momentos
álgidos como lo son las fiestas decembrinas. Todos ya lo sabemos, y lo
padecemos, sería necio describir todos y cada uno de ellos.
Las palabras de moda y en
boca de todos, se han convertido en conceptos lingüísticos de primera
necesidad: Reformas, Aumentos, Impuestos. La molestia social se deja sentir
sobre todo en los supermercados donde algunos políticos y gente agobiada por el
hartazgo por tanta impunidad e imposición de las autoridades, se niegan
terminantemente a pagar el IVA a los alimentos denominados chatarra, donde
algunos aseguran que no lo son.
Afectación
Sectorial
Ahora bien, en el plano del
transporte de pasajeros, tras el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en
los boletos de autobuses foráneos, a partir de este 2014, algunas líneas de
autotransporte decidieron absorber el gravamen para evitar afectaciones a sus
clientes. Del transporte público mejor ni hablar, pésimo por el lado que se le
vea: burdo, sucio, inseguro y para colmo: caro.
El problema en México no son
las iniciativas de reformas, lo son las buenas intenciones disfrazadas, donde
se nos plantea un panorama para que imaginemos un jardín lleno de flores donde
lo único que vemos es un montón de semillitas que a fin de cuentas no sabemos a
manos de quién irán a parar los frutos, si es que éstas germinan en terreno
fértil, donde una cosa si es segura: con
tanta agua que nos ha llegado del cielo lo que sí podría pasar es que estas se ahoguen
y mueran antes de brotar. Si las reformas estructurales que se preparan en el
Congreso de la Unión arrojan resultados positivos, según los especialistas lo
harán en un lapso de entre cinco y 25 años, no antes.
En otro orden de ideas, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que México es la nación de
América con los niveles más altos de consumo de alcohol por persona, con 32
litros anuales de ingesta etílica pura en el caso de los hombres y de 18 litros
entre las mujeres. Habría que informarles que en México desde el año 2003 se
implementó el Programa “Conduce sin Alcohol” popularmente conocido como
“Alcoholímetro” con la finalidad de prevenir accidentes de tránsito debidos a la
ingesta inmoderada de alcohol, que
prohíbe a las personas "conducir vehículos por la vía pública, cuando se
tenga una cantidad de alcohol en aire expirado superior a 0.4 miligramos por
litro".
El índice de accidentes
viales relacionados con el alcohol se ha reducido 40 por ciento, porcentaje que
va al alza luego que en su primer año de operación la reducción fue de 20,
según las estadísticas. Según cifras oficiales la industria restaurantera y
bares de las principales ciudades reportan una caída en el número de clientes
desde que inició el programa. Habría que preguntarles a los representantes de
los diversos sectores como el turístico si están de acuerdo en que se apliquen
medidas restrictivas, más no correctivas,
de enmienda o perfeccionamiento social. masryram@msn.com
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