lunes, 15 de mayo de 2017

Día de Dios




En este día, en México celebramos a los “Maestros”­­—un especial saludo a todos los que me han acompañado durante mi vida académica, ¡Gracias! —. Mientras tanto en la agenda de conmemoraciones de la Organización para las Naciones Unidas (ONU) se celebra el “Día Internacional de las Familias” que a su vez en México se conmemora por decreto el primer domingo de marzo. 

El nombre que se da a la celebración, conmemoración o festividad; de una causa promovida por alguna organización internacional, habitualmente vinculada a las Naciones Unidas, para su observancia en todo el planeta, se le denomina “Día Internacional” o “Día Mundial”.

La ONU celebra cerca de 139 días internacionales y mundiales, sin contar, las semanas mundiales. La próxima del 25 al 31 de mayo, se celebrará la “Semana de Solidaridad con los pueblos de los territorios no autónomos”.

También se instauraron los decenios internacionales, que según la agenda de la ONU, en estas fechas estamos celebrando: del 2016 al 2025, el “Decenio de las Naciones Unidas de Acción sobre la Nutrición; del 2015 al 2024, el “Decenio Internacional para los Afrodescendientes”; del 2014  al 2024 el “Decenio de las Naciones Unidas de la Energía Sostenible para Todos”; del 2011 al 2020 el “Tercer Decenio Internacional para la Eliminación del Colonialismo”, el “Decenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica” y el “Decenio de la Seguridad Vial; del 2010 al 2020, el “Decenio de las Naciones Unidas para los Desiertos y la Lucha contra la Desertificación; y del 2008 al 2017, el “Segundo Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la Pobreza”. 

En cuanto a los años internacionales, en 2017 se celebra el “Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo” Lo anterior sin contar los que se establecerán en el futuro. Por otra parte, a nivel mundial se celebran en total 248 días internacionales, promovidos por diversos organismos.

Mientras tanto en México, somos expertos en la materia. Para comenzar, tenemos 8 días oficiales o días de descanso obligatorio; 12 días nacionales y 20 considerados como feriados. Además de nuestras celebraciones inherentes, de mil amores nos unimos a las diversas celebraciones del mundo. Motivos sobran, somos conocidos por nuestra alegría para celebrar.

Por si faltará más, aún nos queda por celebrar: cumpleaños, santos, fechas comerciales y festividades de fin de año. También existen las fiestas paganas, que la mayoría de las veces exportamos de otras culturas. Hasta tenemos un dicho popular que versa “A cada capillita le llega su fiestecita” que sinceramente tiene otra connotación y no se refiere específicamente a las fiestas del santo patrono del pueblo, o las tradicionales ferias, que con agrado visitamos los mexicanos y que también tienen su origen religioso, donde la mayoría de las veces deriva en una fiesta de cortejos, comidas y bebidas no tan saludables. 

Ante el cúmulo de festividades, me pregunto ¿De dónde surge el deseo de los seres humanos por celebrar? Insignificante cuestión. ¿A quién le importa de dónde nace el deseo de celebrar? Pero entre tantas conmemoraciones, inquiero si existe el “Día Internacional de Dios”, la respuesta es sí, sí existe el “Día Universal de Dios” marcado con el día 14 de Junio para sentir a DIOS, que al parecer se celebra en Brasil.

No encontré fuente confiable en la red sobre el origen de esta fecha y me pregunto  ¿Cuál sería la utilidad para una fecha como esta? ¿Por qué recordar a Dios dentro de 365 días en apenas un día? 

La utilidad de tener un día así, se podría perfeccionar en una civilización cada vez más alejada de valores morales y espirituales, constantemente preocupada en "tener" más que en "ser" más.

¿Un sólo día en el año es realmente necesario? De otro modo ¿Cuándo nos acordaremos? Pero ¿Esa fecha serviría como agradecimiento sincero y especial al Creador?  Para que la sociedad continúe presa en la rueda de la ilusión y falsos valores.

Al respecto, Rita de Cássia Amorim, menciona que "Experimentar a Dios no es pensar sobre Dios, sino sentir a Dios con la totalidad de nuestro ser” Para encontrar a Dios, precisamos renacer nuestros sentidos, para entonces libremente, reasumir el imaginario de doctrinas y filosofías. 

La pretensión de definir a Dios se transfigura en metáforas con las que nos acercamos al misterio para inventar fórmulas para demostrar su existencia. ¡Sí, es posible! Existe Dios y nos hemos olvidado de Él. No nos importa Dios. Solamente nos acordamos de Dios cuando sufrimos una pena, estamos enfermemos o en desgracia. ¡Qué pena! Que siga la fiesta de “Celebraciones” masryram@msn.com

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