Reflexión solidaria

Por M en E Marisú Ramírez 

(Texto y fotos)

El tiempo avanza inexorable. El fin del llamado “catastrófico año 2020” se acerca. Conforme transcurren los meses, semanas y días de esta agotadora etapa, las consecuencias económicas superan todos los pronósticos.

Nadie imaginó lo que depararía este fenómeno llamado COVID-19. Aquí en Puerto Vallarta, realmente impresiona el estado de abandono de muchos lugares destinados al comercio y servicios en general.

El pronóstico de los especialistas es que Puerto Vallarta tardaría hasta cinco años en retornar a la normalidad.  Muchos negocios han cerrado a consecuencia del confinamiento, eso todos lo sabemos y odio ser necesariamente reiterativa.

Pero aquí la pregunta obligada es: ¿realmente existe solidaridad entre los vallartenses? Cuántos dueños de locales han verdaderamente concientizado la situación de emergencia y cuántos han realizado algún tipo de esfuerzo para minimizar el cierre de negocios en este nuestro bello Puerto.

Lo anterior, lo comento porque una de las causas más frecuentes del cierre de negocios es el alto costo de las rentas de los locales comerciales. Algunos propietarios prefieren que los locales sean destruidos por vándalos antes que bajar las rentas e incentivar la economía local.

Las consecuencias se observan por doquier, es impresionante la cantidad de locales comerciales vacíos, ya sea en calles, avenidas, centros comerciales o en lugares turísticos. Por otra parte, en las redes sociales existen varias campañas dirigidas a promover el consumo local, pero las quejas abundan por que no obtienen respuesta y en consecuencia continua dramáticamente el cierre de negocios y por tanto es menor el número de personas económicamente activas.

Ante la imposibilidad de pagar algún local comercial, muchas personas están optando por la opción de ofrecer sus productos en línea, donde forzosamente se deberá entregar el producto a domicilio, lo cual deriva en sacrificar un poco más la poca ganancia que se obtiene para ser competitivos y lograr permanecer en el mercado. 

Este tipo de venta y desde el punto de vista del consumidor también trae aparejado consigo el riesgo de comprar productos de forma virtual, el nivel de satisfacción no siempre es muy bueno y todo ello sin contar la gran cantidad de fraudes que se están suscitando al comprar por Internet. Por lo que algunas personas prefieren adquirir sus productos en establecimientos reconocidos nacional o internacionalmente, con las graves consecuencias de olvidar nuevamente a los productores y comerciantes locales.  

En mi entorno inmediato he observado la apertura de nuevos negocios, mismos que máximo a los tres meses ya no existen y en su lugar están abriendo otro, o en el peor de los casos el local se encuentra nuevamente disponible. Algunos dueños de estos locales ya ni siquiera los ofrecen en renta. 

Por lo tanto, ante la situación de emergencia mundial resulta impostergable el concientizar a los que tienen la sartén por el mango: nada les cuesta bajar el costo de las rentas de sus locales comerciales, es preferible ganar un poco antes de mantener de forma egoísta sus locales cerrados. A lo cual muchos responderán ¿y el gobierno? Ese es otro tema…

Por ello, es importante insistir que muchas familias se beneficiarían con esta acción, de otra forma la economía se deteriorará cada día más. Según cifras oficiales se está recuperando solamente la quinta parte de los empleos, lo que trae consigo severas consecuencias sociales, todos los días las vemos y/o las sufrimos: Los robos se están incrementando de forma alarmante y lo peor, las conductas delictivas extremas en mucho mayor medida.

Aún es tiempo de salvar nuestra economía y coadyuvar con la sociedad, sólo es cuestión de ser empáticos ante la situación global y con nuestros semejantes, lo cual sería una bonita forma de celebrar la Navidad y las fiestas de fin de año: Salvando, -aunque sea un poco- las desigualdades sociales. 

Sólo así celebraremos verdaderamente que este año se extinga, con una gran conciencia de solidaridad, empatía y amor por nuestras familias y nuestros semejantes. masryram@msn.com