lunes, 17 de agosto de 2020

Puerta al paraíso

 

Por M en E Marisú Ramírez

(Texto y foto)

En memoria de José Mario Reyes Fuentes (Q.E.P.D.)

 

Puerto Vallarta es sin duda un paraíso terrenal. Hace algunos años en reunión de trabajo alguien mencionó que existen dos Puerto Vallarta, el de los pobres y el de los ricos. 

 

El Puerto Vallarta de los pobres, en verdad es deprimente. Recorrer calles intransitables donde a primera vista se puede observar que las carencias son múltiples. No cuestiono el esfuerzo, son años de rezago.

El Puerto Vallarta de los ricos, colonias limpias y ordenadas y una zona hotelera que podría estar mejor. Ojalá que las nuevas administraciones por venir se apliquen en preservar y mejorar este bello y místico destino turístico.

Pero en realidad, existen tres Puerto Vallarta; ese que no es de nadie ni privativo de una condición social específica. Ese paraíso donde se dibuja caprichosamente la naturaleza, donde se dan los mejores atardeceres y crepúsculos coronados de un lado por el azul del mar y por el otro el fresco verdor de las montañas.

Es ahí, en ese Puerto Vallarta donde se crea el círculo perfecto y se genera la magia que sentimos propios y extraños, ahí donde conviven una naturaleza maravillosa y una historia extraordinaria, de tal forma que ambas se entrelazan y realzan. Donde hace unos pocos días y en tristes circunstancias por el sensible fallecimiento de un ser humano muy querido por todos, pude constatarlo nuevamente.

A bordo de Dorotea, tripulación, familiares y amigos cercanos; con una misión específica fuimos testigos de que cuando el universo se confabula para cumplir un último deseo, la magia se hace presente y eso sólo en Puerto Vallarta puede suceder.

El mar en perfecta calma cobijado por una suave lluvia, tan suave que se confundía con la brisa marina; dos bellos delfines nos acompañaron por un largo trayecto, quienes nadaban al frente de la embarcación guiándonos a nuestro destino. Fue un verdadero ramillete de expresión animal: aves, tortugas, mantarrayas, mariposas, peces multicolores y otros voladores; tantos que todos los que íbamos a bordo coincidimos en que no era normal en un trayecto tan corto.

Al llegar a los Arcos de Mismaloya, la magia continuó. En ese misterioso lugar donde se localizan unas de las aguas más hondas de la Bahía a más de mil metros de profundidad fue donde depositamos un cúmulo de pétalos de flores blancas que al contacto con el agua esta se tornó en tonalidades verde y azul brillante que fulguraban con los rayos de sol que se filtraban hacia el arco menor y donde se ha formado de forma natural un místico triángulo de luz. Es ahí donde pareciera existir una puerta al paraíso. En silencio, todo confluyó ahí, con la energía de todos los presentes, aunada al suave susurro del mar. La puerta al paraíso se abrió ante el llamado de un último deseo. 

Por último y a título familiar, deseamos agradecer infinitamente las condolencias vertidas en este medio de comunicación por el Grupo Editorial Vallarta Opina por el sensible fallecimiento de nuestro ser querido José Mario Reyes Fuentes; en especial a Carmen Sofía Reyes Zúñiga, Don Luis Reyes Brambila, Eduardo García Gómez y Miguel Ángel Ocaña Reyes. ¡Infinitas gracias! masryram@msn.com

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