martes, 16 de junio de 2020

Sociedad sin defectos


Por M en E Marisú Ramírez
(Texto y foto)   

Buscar el valor humanista soportado en valores universales, es comprender el escenario en el que se está desenvolviendo la existencia para encontrar la felicidad personal y colectiva, a partir de distinguir el entramado de lo que significa identidad.

En la sociedad mundial se han perdido millones de seres humanos en un laberinto perverso sin la posibilidad para distinguir o razonar sus componentes; la dignidad humana se avasalla con crímenes de odio a partir de estereotipos como la nacionalidad, la preferencia sexual el color de la piel o la identidad de género; en términos concretos: la llamada discriminación.

Mueve a la reflexión el miedo que una minoría con poder político o económico infunde a las mayorías con respaldos ambiguos y ofensivos, sobre todo fuera de la moral y contrarios a la ética social. Esta es una costumbre sumamente arraigada, cuesta admitirlo, pero es la propia sociedad dominante la que la conforma.

En la mayoría de las ocasiones, sin conocer a una persona se le adjudican etiquetas, calificativos negativos o es objeto de segregación indigna; las cuales solamente le deforman y estigmatizan. El asunto no se detiene ahí, sus consecuencias van directo al núcleo familiar al transformarla en una amenaza social.

Por ello, en la actualidad se invita a actuar con sensatez, sin hacer caso a los críticos triviales, preocupados por nuestro hacer al respetar otras formas de ser y actuar, claro sin perder identidad, existir en armonía con la naturaleza a la que se agrede constantemente, es la esencia de la fórmula propuesta ante las contrariedades cotidianas.

No es cinismo, es ausencia de información veraz y formación cultural del bien colectivo, lo razonable es mejorar desde nosotros mismos y darnos a los otros miembros de la comunidad con suficiente cordialidad; defender al humanismo en todas sus facetas y manifestación social.

Es prioridad en estos momentos de contradicciones sociales, reparar los daños del entorno con mejores conductas, desde lo individual a lo universal. Algunas culturas ven a los mexicanos con cierto escepticismo, eso debe terminar, tenemos y somos una nación con enorme cultura ancestral, ordenada, sin ataduras, solamente las que nos ponemos, nadie tiene derecho de dudar de la cultura nacional, como lo han hecho de nuestros hermanos migrantes y con otros seres humanos históricamente estigmatizados y esclavizados.

Aunque algunas doctrinas jurídicas refieren varias generaciones de derechos humanos, existen diferentes clasificaciones. Casi todas coinciden al describir las primeras generaciones, pero posteriormente se ramifican y se van ajustando a las necesidades de cada época y sociedad. También, existen al menos dos concepciones de esta visión generacional. Para una es expresión de una lógica contundente que se realiza progresivamente en el tiempo; para otra, cada generación de derechos humanos es expresión de una racionalidad diferente y puede entrar en conflicto con las demás. 

Por otra parte, existen posiciones que evitan pronunciarse acerca de las categorías de derechos humanos y tienden a enfocarlos como un sistema unitario. Por lo tanto, es interesante enunciar los tipos de discriminación por criterio, donde destacan principalmente la edad, género, origen étnico, discapacidad, orientación sexual, especie, lateralidad y embarazo. En otras clasificaciones destacan la económica, la laboral, por aspecto físico, entre otras. La lista es vergonzantemente enorme. 

Parece mentira, pero la discriminación es uno de los males más añejos de la humanidad y se sigue originando en todo el mundo, no importa si se es un país en vías de desarrollo o uno del primer mundo. En todos campea algún tipo de impunidad. 

Es tan amplia la batalla contra la discriminación que sus frentes son múltiples y complejos, ésta va directa al corazón cultural de las sociedades; en la actualidad motivos xenofóbicos o enfermedades contagiosas son materia para las personas sin valores éticos ni morales. Son momentos para reflexionar a fondo e integrar nuevos modelos de comportamiento social. masryram@msn.com

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