lunes, 20 de abril de 2020

Héroes anónimos



Por M en E Marisú Ramírez
“Fija tu rumbo a una estrella,
y podrás navegar a través de cualquier tormenta”
Leonardo Da Vinci

El tiempo para sanar todos los aspectos de la vida, manifestar fuerza física, salud, agudeza mental, equilibrio emocional y empatía por los seres humanos es ahora. Mañana ya no habrá tiempo.

A medida que transcurren los días, semanas y meses de este momento histórico 2020 y todos sus avatares, se tendrá que enfocar toda la energía en reorganizar y trabajar muy duro en la post-humanidad. 

Cubrirse con el acero de la determinación para ayudar a los que históricamente han cargado con las tareas “difíciles” de la sociedad. Me refiero a esas personas que, en silencio, sin hacer ruido y sin levantar polvo cuidan y protegen a los más débiles e indefensos. 

También reconocer a los que realizan las actividades sustantivas que nadie quiere hacer y que sin su trabajo nuestras comunidades serian un verdadero desastre, existen pocos que se ensucian las manos. Con ello no me refiero a los que se ensucian no sólo las manos, sino el alma al cometer atrocidades contra toda clase de ser viviente sobre el planeta y con el planeta mismo. 

Lograr las mismas hazañas físicas de esos héroes desconocidos, obtener la misma resistencia, porque ellos no se cansan, ni se enferman, ni se enojan, ni juzgan, ni se preocupan, ni son robots; solo están ahí trabajando en silencio, sin esperar algún tipo de reconocimiento social.

Seres que por destino forman parte de un soporte vital, realizan su trabajo, cuidan a sus seres queridos incapaces, dan amor, ternura, protección sin esperar nada a cambio.

A menudo se tiene que morir un par de veces para aprender a valorar la vida y todas sus manifestaciones, y cuando hablo de morir no hablo de dejar de existir, hay situaciones que fragmentan el alma, pero el espíritu permanece inamovible, fue creado con ese propósito, su fuerza radica en la energía que otorga el creador, especial y única para cada ser humano. 

El maestro Luong Minh Dang, fundador de la escuela de Energía Universal y Humana HUE mencionó alguna vez: “El alma no come, no usa ropa, no tiene nombre, no tiene intereses, no siente emociones y no comete pecado”. Así también los héroes desconocidos son puro corazón, en un pequeño cuerpo y en una gran alma. 

Hablar de vivir como un desconocido puede sonar fácil, también es fácil criticar a otros y no reconocer su labor humanitaria, hoy más que nunca es difícil comprender la situación mundial, el error desafortunado que los humanos cometieron desde el pasado y hasta ahora acerca del ego es manifestarlo en la forma de egoísmo, codicia, odio y lujuria; los cuales traen consecuencias terribles para todos.

Por otra parte, estamos en un momento crucial de la humanidad, eso todos lo sabemos, y tenemos “héroes” conocidos, me refiero a los gobernantes, los que están al frente de las naciones, estados o municipios, ellos deben ser apoyados, más que criticados o enjuiciados, históricamente son blanco fácil de enjuiciamiento, esa tendencia debe cambiar y en lugar de ello se debería pedir a Dios que los ilumine para que gobiernen de forma eficaz y eficiente. Para los que denosten mis palabras, les preguntaría ¿Podrían hacerlo mejor? Dar gusto a todos no es posible, sino pregúntenle a Dios. 

Máster Dang también mencionó “en la vida lo que se teme eso nos seguirá e incluso causará más daño” estas palabras resuenan profundamente con el momento actual. El temor por enfermar pondrá al sistema inmune en un estado de ocio, donde no puede estar activo para combatir la enfermedad. El temor de perder a alguien a quien se ama ocasiona debilidad y estar bajo su control. Con el tiempo se pierde la dignidad de hombre que deberá ser respetado por los demás. El temor de perder su negocio les ocasionará estar bajo el control de la gente que tiene información de negocios y consecuentemente pierden la dignidad de dueño de negocio. El temor bloquea el desarrollo de las habilidades latentes en los seres humanos. masryram@msn.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario