martes, 17 de agosto de 2021

¡No te quemes!


Por M en E Marisú Ramírez Muñoz

Mucho se menciona que el sol es nuestro amigo, es verdad. Sin él simplemente no existiría vida. Pero también es cierto que podría llegar a convertirse en nuestro peor enemigo, si no se contemplan los efectos nocivos que su radiación puede provocar en nuestro organismo. 

Se dice que una exposición moderada a la radiación solar ultravioleta (UV) contribuye a la síntesis de vitamina D, sin embargo, la exposición prolongada puede provocar efectos negativos en nuestra salud.

Los especialistas sostienen, los índices más altos de radiación se dan entre las 11 y las 16 horas, por lo que se debe evitar exponerse al sol en este lapso sin protección, además de considerar un mayor riesgo en los meses de marzo a septiembre. Así mismo, es importante recalcar que, aunque el día este nublado se debe evitar la exposición al sol ya que las nubes atenúan el calor, pero no impiden el paso de los rayos ultravioleta. 

En términos generales, tomar el sol es uno de los placeres que mayormente disfrutamos los seres humanos y más en un destino de playa tan agradable como Puerto Vallarta. No obstante, una sobrexposición a la radiación solar puede provocar daños inmediatos en la piel y en los ojos; pero aún más delicado son los efectos a largo plazo que esta añeja costumbre puede provocar en nuestro organismo.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) “…define una escala para el Índice UV que va de 1 a 11+, sin embargo, en algunas ciudades se utiliza el valor de 0 para referirse a la ausencia de radiación. El valor de 11+ se utiliza para expresar un índice de 11 o superior. Cuando el índice UV alcanza o supera el valor de 11 existe un riesgo importante de sufrir daños en la piel en un periodo de tiempo breve”.

Es menester reiterar que este indicador se utiliza como parte de un programa para informar a la población sobre los niveles de radiación solar UV, así como concientizar sobre los riesgos a la salud y la importancia de utilizar una adecuada protección solar.

Para ello, sabemos que como en todo existen grupos vulnerables como los niños, -las quemaduras solares sufridas durante la infancia y la adolescencia constituyen un importante factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel en la etapa adulta- jóvenes y turistas, así como las personas que por sus labores cotidianas están expuestos todo el tiempo a los rayos UV.

Los diversos daños a nuestro sistema tegumentario por exposición a la radiación sin protección van desde quemaduras leves, envejecimiento prematuro y cáncer en la piel, ni que decir de los daños oculares y del sistema inmunitario.

Para contrarrestar esta amenaza, existen diversas formas eficaces para seguir disfrutando de una exposición saludable al sol: En primer lugar, es importante monitorear los índices de radiación solar y seguir las recomendaciones establecidas por la OMS y tomar en consideración nuestro tipo de piel, lo cual es un factor determinante a la hora de exponerse a la radiación solar.

Algunas recomendaciones de diversos profesionales de la salud van desde permanecer en lugares con sombra entre las 10 am y 4 pm, los árboles siempre serán nuestros mejores aliados (planta un árbol, o dos, o tres… y protégelo, tu vida depende de ello). También, evitar las quemaduras solares, inclusive en salas de bronceado, usar protector solar con un factor de protección solar (FPS) de 30 o más; cubrir la piel con sombreros de ala ancha y gafas contra rayos UV. 

En conclusión, la radiación solar no es juego de niños, cada año se diagnostican más de 3.5 millones de casos de cáncer de piel y fallecen unas 9.500 personas en el mundo. Por regla general creemos que no nos puede pasar a nosotros -nada más lejos de la realidad- el riesgo es muy alto, revisa tu piel y tus ojos y ante la duda acude con un especialista, lo cual es de vital importancia. masryram@msn.com

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario