Por M en E Marisú Ramírez Muñoz
Hace exactamente 8 años cuando el Vallarta Opina me brindó la oportunidad de publicar mis reflexiones en la sección Gente PV. Lo cual es una de las mejores cosas que me han pasado a lo largo de mi existencia.
Acostumbro por normatividad numerar cada una de mis reflexiones. Hoy redacto mi colaboración número 250. Se dice fácil ¡No lo es! Por lo general disfruto mucho el compartir con todos ustedes, lectores del más prestigioso Diario que tiene nuestro querido Puerto Vallarta, un poco de mi pensamiento, sentimiento y emoción.
La aventura de incursionar en estas páginas es muy gratificante, sobre todo cuando recibo correos electrónicos donde los lectores me externan sus opiniones sobre los temas abordados y me animan a continuar.
Recuerdo una ocasión en que un capitán -quien estaba en espera de su próximo vuelo- me mandó un correo electrónico donde comentó: Hola Marisú, buen día “Estoy de paso en el aeropuerto de Vallarta y leí tu artículo de este lunes 5, acerca de… ¡Qué es la vida! Y me pusiste a pensar... Por no tener mucho tiempo para hacerlo, ya que mis pasajeros están por llegar, puse mi alma al 100 y me contestó: La vida es una oportunidad" Palabras que agradecí, y al hacerlo, me respondió lo siguiente:
“Gracias por tu tiempo Marisú. Estoy convencido que todo está conectado, nada es solo o independiente. En mi búsqueda de respuestas todo me lleva a lo mismo ¡Al Ser! A la Unidad.
Cuando buscamos respuestas no podemos separarnos del presente y, en el presente estamos viviendo momentos difíciles y de descomposición que nos bajan las pilas, pensando en que no se puede o es difícil encontrar la solución para hacer un alto e iniciar de nuevo. Buscamos soluciones en instituciones, partidos políticos y hasta le pedimos al Ser Superior que ya pare esto que no nos gusta.
Estoy convencido que el día que le demos vida a mi reflexión, esto cambiará, ya que nadie será más, nadie delante, nadie detrás y, la ansiada equidad aflorará maravillosamente y entonces no requeriremos de ejércitos, ni religiones para crecer, para darle vida al diseño original, donde las leyes naturales serán las que guíen nuestros pasos y no las del hombre, ya que son estas las que nos han traído a vivir estas experiencias tan tristes de vida que nos tienen divididos. Un abrazo.”
Palabras sabias del Capitán, de quien omito su nombre por respeto a su privacidad. Tal vez y por avatares del destino él las leerá nuevamente y sabrá con certeza que son suyas solamente.
Así las cosas… Agradezco infinitamente a todos los que hacen posible que mis reflexiones tengan alas y vuelen hasta las personas correctas; como el estimado Don Luis Reyes Brambila (Q.E.P.D.) de quien considero sólo él sabía todos los esfuerzos realizados para mantener vivo este gran medio informativo durante más de cuarenta años.
Y sobre todo a mi estimado Miguel Ángel Ocaña Reyes, quien semana a semana ha estado ahí, impulsándome y brindándome sus valiosos consejos para mejorar y continuar.
Ni que decir de mi mayor maestro y compañero de vida, José Mario Reyes Fuentes (Q.E.P.D.) por todas sus enseñanzas y lecciones de vida. Él tenía un fabuloso “Don” y ese era el “Don de la palabra” nadie me dejará mentir.
¡En fin… nostalgia pura! Y mejor le paro, porque entre más recuerdo más sentimientos se agitan en mi corazón. Espero en Dios continuar en el camino para entregar -aunque sea un poco- la energía de la luz de la alegría, la que consideró además del amor, la única vía para ser felices en esta vida de grandes cambios y contrastes. ¡Gracias infinitas a todos! masryram@msn.com
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