domingo, 25 de diciembre de 2016

Sabiduría Navideña




“Por ser demasiado inteligente estarás muerto, por demasiado tonto estarás muerto, por saber esto vas a sobrevivir”.
Proverbio vietnamita sobre la sabiduría

Durante la época navideña, es común tener sentimientos que nos llevan de un momento a otro a la polaridad del sentimiento; en un segundo se puede estar pletórico de alegría y en otro inmediato sentir una gran tristeza. Momentos de reflexión. El año que se agota, trae consigo el sabor de lo vivido, las metas logradas y no; se percibe el avance o retroceso en todos los sentidos. Segundo a segundo, el tiempo, vuela, es inexorable.

El verdadero significado de la Navidad conlleva un conocimiento extenso y profundo entendimiento que no puede obtenerse de los libros, educación, tradición familiar, cultura, entre otros. El significado brota del alma de cada ser humano. Ahí es donde yace está sabiduría ancestral que vive dentro de nosotros mismos.

La Navidad es un regalo, pero no es material, como se espera. Existe una idea vietnamita “Danh-Lợi-Tình” que literalmente significa “Fama-Fortuna-Lujuria”, sobre la base de este concepto, todo ser humano sueña con obtener todo lo que conlleva esta tríada de palabras, indivisibles, unidas entre sí y derivativas unas con otras. También pueden provocar un impacto negativo o positivo en la sociedad humana. Estos factores pueden ser las distracciones que nos causan problemas o las herramientas que nos pueden ayudar.

Sabiduría navideña es saber lo que se espera de la vida, cómo la afrontamos, cómo la derivamos hacia nuestros semejantes. La violencia, latente a cada segundo, se expresa de forma individual en los actos cotidianos, en el tránsito, en las compras, en la calle por un simple roce de miradas. El ostracismo en su máxima expresión, no se permite la mínima invasión a la esfera individual.

Para contrarrestar este efecto, el científico Gregg Braden, realizó en los 80s un experimento llamado “Proyecto Internacional de Paz en Medio Oriente”. Durante la guerra entre Israel y el Líbano, se instruyó a personas para que tuvieran sentimientos de paz en diferentes localidades de ambos países y durante el tiempo que los investigadores llaman la “ventana de la plegaria” mientras evocaban sentimientos de paz en sus corazones, las actividades terroristas bajaron a cero, los crímenes contra otras personas se redujo considerablemente, así como la actividad en hospitales. Existen otros experimentos de este tipo, que demuestran que las vibraciones que emiten un grupo de personas a la vez, afectan a su entorno cercano. Y si el número de personas es elevado, podría afectar a nivel planetario.

Braden ideó una fórmula para conocer la cantidad de personas necesarias para este propósito; el efecto se comienza a notar cuando un cierto número de gente participa y esa mínima cantidad es la raíz cuadrada del 1% del total de la comunidad. En un mundo de más de 6000 millones de habitantes el resultado del 1% de la raíz cuadrada es sólo 8000 personas. De acuerdo a estos estudios, 8000 personas son las que se requieren que sientan simultáneamente este sentimiento de paz en sus corazones para generar o disparar, ese movimiento de la conciencia simultánea con este campo como lo conocemos hoy en día. Para que así, a través de este, la paz se sienta en todo el mundo.

8000 personas... no  parecen muchas. Sin embargo, lograr la conexión y sincronicidad, todas con el mismo propósito es tarea ardua. Cuanta más gente, a lo largo del planeta, realice esta actividad en esta época navideña, se logrará abatir considerablemente la violencia. El mejor regalo que se puede obtener para uno mismo y para los demás, es actuar con sabiduría: regalemos la proyección de sentimientos de paz, luz, amor, amistad, comprensión y empatía; no existe mejor obsequio en el mundo. masryram@msn.com

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